Una buena delantera
Todos los años, históricamente, en pretemporada, los aficionados hacían un juicio sumarísimo al delantero fichado ese verano, casi siempre solía ser de allende nuestras fronteras, y si marraba ocasiones, se suspiraba y se movía la cabeza, y si era un arma letal cara a puerta, se lanzaban las campanas al vuelo.