Los polémicos precedentes y la derrota del Madrid en el Clásico hacen que el duelo del Bernabéu llegue con los ánimos caldeados. Pérez Lasa se enfrentará con la ardua tarea de salir del estadio madridista el próximo sábado sin llamar la atención de nadie.
David Gutiérrez | NOSTRESPORT.COM
Pérez Lasa se enfrentará con la ardua tarea de salir del Bernabéu el próximo sábado sin llamar la atención de nadie. Ni de unos, los locales, molestos tras la designación de Iturralde González como árbitro del Clásico y de la posterior actuación de éste; ni de otros, los valencianistas, alertados y suspicaces siempre frente al arbitraje que los trencillas realizan en sus visitas al equipo de la capital.
En la memoria colectiva de los che han quedado, principalmente, dos actuaciones: la de Pérez Pérez en el año 2002 y la de Tristante Oliva en 2004. En ambas temporadas se alzaron finalmente con el título de Liga, pero se fueron del Bernabéu con la sensación de haber sido claramente perjudicados por las decisiones arbitrales.
Pérez Pérez anuló un gol legal a Ilie en el alba del partido correspondiente a la vigésima jornada de la Liga 2001/2002, decisión a la que sumó otra serie de señalizaciones polémicas que avivaron las quejas valencianistas.
Dos campañas después, el colegiado murciano Tristante Oliva evitó una épica victoria valencianista en territorio merengue al señalar un inexistente penalti de Marchena a Raúl en el último minuto del encuentro.
Los madridistas, en cambio, se sienten perjudicados por la actuación arbitral del árbitro Iturralde González en el partido que les enfrentó al Barcelona. Reclaman un presunto penalti de Víctor Valdés a Cristiano Ronaldo en la primera parte y la situación antirreglamentaria de David Villa en la jugada que supuso el tercer gol.
