El interés de Guardiola por el lateral izquierdo valencianista no es nuevo. El catalán tiene buenos informes del joven jugador valenciano desde hace tiempo y le gusta su proyección en ataque. Además ya en su momento fichó a Bernat para el Bayern (11 millones más variables) y Jordi Alba llegó al Barcelona (14 millones) justo el verano en que se iba el propio Guardiola, pero reconocía que le encantaba su juego y tenía muy buenos informes y lo conocía de La Masía.
En la posición de lateral no está muy contento el técnico catalán porque dispone de futbolistas cumplidores defensivamente pero con problemas para sumarse al ataque. Aunque el interés por el defensor del Valencia está en un primer paso todavía y lejos de realizarse, también está dentro de la idea de sus representantes para una futura mejora contractual. Hay que recordar que hace apenas un par de campañas se le renovó para toda esta década, cuando estaba muy interesado el Real Madrid por la situación del zaguero ché. El Madrid tenía problemas en banda zurda y pensaron en Gayà.
Sin embargo renovó por el Valencia y cuando se asentó es cuando peor ha estado y ha rendido menos, como el resto del equipo por cierto. Ahora surge el interés citizen, pero que puede ser aprovechado para que se le haga un incremento pecuniario y ocupe el puesto de importancia como emblema que tenía Alcácer, con subida salarial y ‘murciélago’ del club.
Futuro en el aire
La cláusula son 50 millones y en la anterior renovación la tenía de 18 y los representantes del canterano querían como máximo 25. Acaba contrato en 2020 y la ficha sería progresiva a partir de 1’5 kilos por año desde que se le revisó el contrato.
La posición de lateral izquierdo está siendo muy prolífica estos últimos años para el Valencia, ya que salen un gran número de buenos futbolistas. Y llega un buen dinero para las arcas del club. Otra cosa es la sensación de que no hay continuidad para los futbolistas canteranos en su club y se opta por conseguir dinero, cuando teóricamente no se iba a ser vendedor.
Esto provoca un desapego porque los referentes salen del equipo y se manda un mensaje muy nocivo al resto de integrantes de la plantilla además de a los propios aficionados, que ven como se marchan valencianistas de un equipo necesitado de elementos que sientan el escudo. La Academia se convierte así en un medio para conseguir dinero y no en un fin en sí mismo.
