Redacción I NOSTRESPORT.COM
Podría ser una cuestión de estricta y básica necesidad. El C.D. Castellón transita por la competición liguera anestesiado. Su pulso ha perdido consistencia. Desde que venció al Salamanca no encuentra el camino que conduce a la consecución de los triunfos. La fecha delata el tipo de carestía que asola al escudo albinegro. Aconteció el 1 de marzo en el Estadio Municipal de Castalia. El tiempo ha corrido veloz desde ese día. Fue la última sonrisa y la última vez que el grupo sumó de tres puntos. Desde entonces se suceden las desdichas, las desgracias y la agitación. Se han confabulado todo tipo de agentes. El ciclo apuntado incluye un serial integrado por cinco tortuosos y dolorosos capítulos. Córdoba, Rayo Vallecano, Levante, Real Sociedad y Las Palmas, siguiendo escrupulosamente el eje cronológico establecido. Las postreras jornadas del campeonato como una trampa mortal. Una secuencia abrupta y enrevesada que ha destemplado al colectivo albinegro. Así que urge la victoria.
Se trata de una necesidad fundamental; de primer orden. Tan básica como el acto de respirar en el ciclo de la vida. Regresar de las oscuridad de las tinieblas a la luz incluye la consecución de una victoria frente a uno de los transatlanticos de la categoría de Plata; el real Zaragoza. Cuestión de necesidad o cuestión de estado y, posiblemente, cuestión de esa fe religiosa que impregna por estas fechas a la vieja España ante la magnitud de la complejidad que parece augurar la confrontación que mañana se disputará desde las 18:30 horas (Aragon Televisión) en el feudo de Castalia. El Real Zaragoza viene a ser el acorazado Potemkin de la Segunda División. Y está amenazando en las últimas jornadas con una sublevación en toda regla ante los imponderables y caracteres de la categoría de Plata. Ha cogido carrerilla y su zancada es de una potencia descomunal. Ha lanzado un mensaje autoritario al resto de sus advesarios.
El Real Zaragoza de Marcelino surge como un trampantojo en la división. Es una ilusión óptica, un agente extraño. Su imagen es tridimensional y se antoja totalmente ajena al marco en el que compite; su presupuesto es estratosférico, sus futbolistas parecen sacados de contexto y, a priori, es el máximo favorito al ascenso a la elite. Surge como un engaño momentáneo en un universo que no le corresponde por historia y currículum. Sin embargo, comparte espacio con el C.D. Castellón y competirá por la suerte suprema del triunfo en Castalia. Vencer se convierte en una razón de ser compartida aunque desde posicionamientos y prismas antagónicas. No obstante, impera el triunfo como modelo de conducta. Aterrizará mañana el bloque aragonés resguardado por los resultados óptimos. Su tarjeta de presentación es impoluta e incluye un registro cartesiano de tres triunfos consecutivos. Detrás de las victorias subyace una connotación quizás de mayor calado; la impresión es que el Real Zaragoza ha adquirido el ánimo y el vigor necesario en el instante adecuado de la Liga para dimensionar su ascendente. Ni tan siquiera la ausencia fundamental de Ewerthon, el principal reclamo del gol de la categoría, condiciona al colectivo. Braulio, su sustituto, resolvió el partido ante el Girona. Paco Herrera recupera efectivos con respecto al choque pasado ante la U.D. Las Palmas. Mario Rosas y Aritz López Garai retornan y podrían conducir de nuevo la línea de medios.
Fuente: C.D. Castellón