Con esta cómoda victoria, jalonada también con la actuación simultánea en la pista de las juveniles saguntinas, Eli Chávez, Bea Escribano y Laura Gasulla, las de Mayo descansan en liga hasta el mes de abril como consecuencia de los compromisos de la selección. Buenas caras para la hora de la verdad.
Goleada de escándalo la que le infringió el Parc Sagunt al voluntarioso Farho Gijón en el transcurso de la vigésima jornada del campeonato nacional liguero. El marcador se paró en el 47 a 26, pero a tenor de lo acaecido en pista la sangría aún pudo ser mayor, aunque las de Mayo soltaron el pie del acelerador y no mantuvieron el ritmo infernal de la primera parte en la que por momentos las locales iba a gol por minuto hasta que se frenó en el 26 a 12 de este primer parcial.
Por el bando saguntino Noelia Oncina, la capitana, está recuperando las constantes vitales que le han hecho una de las jugadoras más desequilibrantes y con más garra de la competición de la regularidad.
La recuperación de la mejor cara de la extremo internacional es un motivo de alegría para una plantilla que está preparada para afrontar el momento clave del año.
Siguiendo con los nombres propios del partido además de las obligadas y reincidentes destacadas, la eléctrica Barbosa y la cerebral Danilovic, Bea Fernández mostró su precisión en el lanzamiento y las escuadras de ambas porterías pueden hablar de su mortífero disparo, y Vero Cuadrado mostró su poderío en el centro tanto en labores ofensivas como defensivas.
En la segunda mitad el Gijón salió con otra cara. En los primeros instantes la circulación de balón de balón de la ex saguntina Oxana Sakada propició un ligero recorte en la ventaja. Esto duró hasta que las rotaciones propuestas por Mayo, empezando por la portera Babi, empezaron a carburar. Aquí se volvió a ver un partido monologado y solo de ida. La rapidez local no tenía respuesta en las asturianas, que poco a poco se daban cuenta que sus esfuerzos eran poco más que encomiables a tenor de la superioridad saguntina en todas las líneas. El 37 a 22 del minuto 43 era significativo de la contundencia con la que se estaba empleando el Parc Sagunt a pesar de la cantidad exagerada de penaltis que sufría en contra.