El Valencia no pudo superar el empate a cero en el estadio Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. Villa estrelló un balón al larguero y Zigic tuvo dos ocasiones claras para sellar la clasificación, pero la mala fortuna y el poco de juego del combinado ché lo dejaron en las puertas de las semifinales. Unai Emery fue expulsado a falta de 10 minutos tras protestar un clarísimo penalti al delantero serbio. El Valencia queda eliminado de la Europa League.
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Matías L. Sartori | NOSTRESPORT.COM
Se acabó el sueño europeo. El Valencia no ha podido vencer al Atlético de Madrid en su propio feudo al igualar sin emociones y quedar sometido a la ventaja del gol visitante que exige la competición europea. Ni la pólvora de Villa, ni la rapidez de Jordi Alba, ni los milagros de César, ni el regreso de Alexis y Navarro en la defensa, ni la astucia de Mata, ni la picardía de Silva, ni tampoco la altura de Zigic pudieron marcar aquel gol que el valencianismo tanto anhelaba para buscar un humilde lugar entre los cuatro mejores de Europa. Pero no pudo ser. El duelo español se tiñe de rojiblanco y la tristeza de blanquinegra. El Valencia se ha quedado en las puertas de las semifinales de la segunda competición continental.
Tras una primera parte en la que el respeto mutuo se impuso entre ambos equipos, el empate prevalecía ante la magnitud de un ambiente característico de una final, porque a pesar de que la serie identificaba unos cuartos de final, el partido presenciaba un contexto que ameritaba ser considerada como tal. El Valencia y el Atlético de Madrid buscaron, sin ruido, garantizarse una clasificación que en los primero 45 minutos careció de juego y oportunidades nítidas de goles. Algunas pinceladas de Agüero, cuyo talento cosecha el pánico en cualquier área, se complementaban con la siempre presencia de Forlán. Mientras que el Valencia, al acecho de aprovechar algún presunto contragolpe, se limitó con timidez a buscar un gol con poco juego colectivo.
Luego del descanso, el partido fue otro. Quizá porque solamente 45 minutos separaban el cielo del infierno. Talvez porque este último tiempo significaba la última oportunidad para acceder a las semifinales. Sea cual sea el motivo, el Valencia y el Atlético rindieron homenaje a la ambiente que rebozaba de la afición. Forlán desaprovechó una magnífico mano a mano que definió por encima de César desviado. Luego otro remate de Ujfalusi que el portero valencianista desviaría al corner. Por último, otra gran atajada del César y la complicidad del poste para continuar con el empate.
Concluído el hasta entonces monólogo colchonero, llegaría la hora del Valencia que protagonizó 4 jugadas claras en 10 minutos. Villa, con un remate al larguero y Zigic que tuvo un “hat-trick” de oportunidades erradas, y por último un remate elevado de Vicente, en la puerta del área, fueron los síntomas que indicaban que el partido no sería del combinado ché. Cabe mencionar, el clarísimo penalti al delantero serbio que generó la rotura de la elástica valencianista y, con ésta, la expulsión de Emery tras la protesta del entrenador.
El sueño se acabó para el Valencia CF. El equipo de Emery tardó en despertarse en un partido en el que rifó a la suerte la primera mitad y en la que los goles encajados en el encuentro de ida en Mestalla fueron los motivos que alimentaron la desesperación de un conjunto que se queda sin saciar su hambre de gloria.
Ficha del partido
Atlético de Madrid: De Gea; Ujfalusi, Juanito, Domínguez, Antonio López; Reyes (Jurado, m. 46), Assunçao, Raúl García, Simao; Forlán (Camacho, m. 82) y Kun Agüero (Salvio, m. 94).
Valencia: César Sánchez; Alexis (David Navarro, m. 79), Maduro, Manuel Fernandes, Jordi Alba; Baraja, Silva; Joaquín (Zigic, m. 69), Mata (Vicente, m. 69), Pablo Hernández; y Villa.
Árbitro: Florian Meyer (Alemania). Amonestó a los locales Reyes (m. 23) y Agüero (m. 94) y a los visitantes Joaquín (m. 33), Mata (m. 40) y Silva (m. 73). Expulsó a Unai Emery, entrenador del Valencia (m. 85).
Incidencias: Partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga Europa, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 55.000 espectadores.
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