Javier Martínez | NOSTRESPORT.COM
La invasión danesa sigue por tierras valencianas. Si hace cuestión de una semana, fue el Aalborg el que aterrizó en El Madrigal, hoy lo hace el Copenhague para medirse al Valencia CF en Mestalla. El conjunto capitalino danés llega al partido de esta noche como tercer clasificado en campeonato doméstico, sólo tiene por encima al Odense y Bronbdy. Lleva dos semanas seguidas empatando – Odense y Vejle-. En su primer partido en la fase de grupos de la UEFA perdió 1-3 ante el Saint-Ettiene. Para llegar a jugar estos partidos de liguilla, el Copenhague se tuvo que cargar en rondas previas a; FC Moscú, Lillestrom, Cliftonville.
Su táctica de juega es el clásico 4-4-2, y su entrenador es Solbakken, que formó parte de aquella selección noruega que encandiló al mundo futbolístico entre 1998 y 2002, no por un juego altamente vistoso, sino por la practicidad y eficacia de su fútbol, y sobre todo por el gran trabajo táctico que desarrollaba aquella selección.
La internacionalización del fútbol ha llegado a tal punto, que juegan varios brasileños en el Copenhague danés; Aílton, Júnior y Santin. Además otra de sus figuras es el lugareño Nordstrand, que a sus 25 años, se ha convertido en la esperanza de la entidad. Es un goleador, que ya ha sido internacional absoluto con Dinamarca, incluso ya ha marcado dos goles en las cuatro veces que se enfundó la camiseta roja de la selección danesa.
En su campeonato doméstico, es un equipo que intenta jugar al fútbol siendo fiel a la filosofía danesa de entender el balompie. En la UEFA y en Mestalla, especialmente, intentará aprovechar sus oportunidades en jugadas a balón parado, donde son unos auténticos maestros con Kristenssen y Norregard poniendo balones laterales desde la banda.
El partido es muy importante para el Valencia, porque tras la derrota cosechada en casa ante el Rácing de Santander, debería volver a la senda de la victoria cuanto antes, contra un equipo que le plantará mucha batalla, especialmente en el mediocampo. El peligro, es el juego aéreo, la defensa ché no va demasiado bien por arriba, y el ataque danés es demoledor en esta suerte.
