La sangrante derrota del pasado sábado en Valencia dejó a Les Abelles con un palmo de narices, tres puntos menos y nubarrones en el horizonte. Un desenlace fatídico que ahora no tienen más remedio que enmendar en San Sebastián el próximo domingo a las 12.30 h.
Redacción | NOSTRESPORT.COM
La sangrante derrota del pasado sábado en Valencia dejó a Les Abelles con un palmo de narices, tres puntos menos y nubarrones en el horizonte. Un desenlace fatídico que ahora no tienen más remedio que enmendar en San Sebastián. Recuperar la moral en sólo una semana resulta paradójico para un equipo que, hace bien poco, estuvo un mes parado por "las cosas" del calendario.
Frente a Ordizia, los valencianos no pudieron parar la ruleta en su color, como sucedió con el Getxo. Los del Pantera no supieron matar un partido que tuvieron ganado hasta el minuto 78. El aguerrido juego de
su delantera no labró suficiente ventaja para subsanar la sangría final. Un contrario que ni ensayó ni apenas creó peligro, acabó asestando un duro mazazo a las ilusiones abejorras. Los geitoarras se
limitaron a aguantar el chaparrón y sacar partido de la espiral en la que entró el encuentro en su último cuarto de hora.
El único camino para salvar la colmena de la decepción (que no catástrofe) es volver a los valores que les dieron la victoria en Getxo y Sant Boi. Y olvidarse de linieres, polémicas, complejos y frustraciones. Tendrán que ponerse a ello contra otro equipo vasco: ganando al Bera Bera -actualmente empatados a puntos en la tabla- remontarían el vuelo hacia la permanencia. Un empate o incluso una derrota con bonus sonarían a mal menor; ambos resultados decantarían del lado valenciano una hipotética igualdad final con dos equipos de abajo: los donostiarras (a los que ganaron por 17-6 en la primera vuelta) y Getxo. Cualquier otro escenario pondría a Les Abelles a los pies de los caballos. Les haría firmes candidatos -como mínimo- a jugar la promoción, y con demasiada dependencia de que Quesos y Santboiana no faltaran a la lógica en las últimas dos jornadas. Al respecto, Jorge Diego declaraba esta semana: "lo que no hagas tú por ti mismo, no esperes que lo hagan los demás". Esclarecedor. Así está el percal de la permanencia.
Remontándonos a finales de noviembre, se recuerda la dura batalla de delanteras sobre el césped del Río. Tras continuas escaramuzas y varias expulsions dobles, Les Abelles salieron entonces victoriosos;
pero temen que el viento pueda cambiar en terreno enemigo, y más en momentos tan delicados.
El Pantera se lleva a Donosti veintitrés hombres, pendiente del estado del jugador y entrenador de delanteros Juan S. Pérez "Bocha". La buena noticia en el paquete es ver de nuevo a Ionel Stefan (ya estuvo en el banco contra Ordizia). La mala: percance muscular de Gustavo "Cachón" en un entrenamiento físico que deja KO al rocoso hooker. La primera línea titular apunta a Ortiz-Montórfano-Conejero, o bien con lugar reservado para el citado Stefan. La nómina de primeras se completará con el experimentado pilar "Jota" Hurtado.
En la segunda son fijos Parra y Lizondo, con Facu Uriburu a la espera. Su hermano Evaristo anda tocado del hombro; Guillaume Faure pobablemente sea el acompañante del "Vicho" Viñuela y Poulsen en la
tercera, con opciones para Matías Bottarini. Ahí, del 1 al 9 (Sebas Montiel), se sostendrá como siempre el peso del partido. No faltan ganas de resarcirse. Pero para que Les Abelles den el do de pecho en Guipúzcoa, se antoja imprescindible una mayor colaboración de los tres cuartos. Así se ganó el partido en Valencia, combinando el dinamismo de la delantera con los de atrás. El escaso protagonismo arrastrado por la línea abejorra en los últimos partidos, ha restado a los valencianos muchas opciones de puntuar. Las bajas, la carencia de un apertura puro, la falta de confianza y continuidad de algunos jugadores… es hora de despertar y aportar opciones ofensivas al juego del equipo. Además de defensa y defensa, Les Abelles necesitan de ellos ensayos, sacudirse el muermo, velocidad, acallar críticas, manejo de balón.
Reaparece "la rata" Fran Nin en la convocatoria; como no está recuperado al 100%, Jorge Diego medita entregar la batuta a un clásico del rugby valenciano: Santi Sanmartí, que regresa tras muchas jornadas
de baja. A su buen juicio se confía la esperanza de resurgimiento. En este durísimo rush final, Les Abelles buscan su identidad volviendo a lo tradicional, a los valores del ascenso, al espíritu de este club.
Pero es que la línea valenciana ha rescatado además bastantes efectivos; con la competencia llegan las alternativas y el afán de superación. Así, Marcos Poggi se retrasaría como fullback. El ilicitano tiene que explotar su calidad y volver a romper la línea rival, tal cual hizo en partidos como el de Sevilla. Dejará a su
hermano Lucas y a Albrisi en los centros. En los costados hay chance para "Uru" Aspesi, Iñaki Sevillano, John Treacy y Nico Maalem, que ya resolvió sus problemas familiares en Francia.
En manos de todos ellos está la opción de corroborar lo que durante muchos momentos de la temporada han demostrado: que, en su humildad, este grupo de jugadores está a la altura de la División de Honor.
La expedición parte de Valencia a las 9 horas del sábado, por carretera. El miniestadio de Anoeta acogerá el enfrentamiento, el domingo 12:30.
