Lo han vuelto a hacer. La Selección Española de Rugby en categoría de menores de 20 años se ha colgado el oro de nuevo, en uno de los Campeonatos de Europa más competidos que se recuerdan hasta la fecha en esta franja de edades.
El rival, Países Bajos, fue más que digno de la cita y exprimió al máximo a unos Leoncitos que tuvieron que sacar su mejor versión para superar a los Oranje 6-13 en un partido tremendamente físico bajo una lluvia que no dio tregua en el CAR Jamor de Lisboa.
Vuelve a ver el partido PINCHANDO AQUÍ.
Como premio extra, este título clasifica de forma directa a los de Juan Carlos Pérez para el World Rugby U20 Trophy de Nairobi que vuelve tras tres años consecutivos sin torneos globales de rugby juvenil por la pandemia de la COVID-19. En el Torneo Mundial participarán Escocia (relegado del Championship M20 2019), el país anfitrión (Kenia) y seis equipos clasificados a través de sus competiciones regionales, entre los que ya podemos decir que figurará España.
Como una tromba salieron los jugadores de Países Bajos, dispuestos a demostrar por qué habían conseguido eliminar en semifinales al anfitrión, Portugal, uno de los favoritos a hacerse con el título junto con los españoles.
Los primeros 10 minutos fueron un monólogo de los Oranje, que dominaron la posesión y la iniciativa para que los españoles comenzaran con un clínic defensivo que fue la tónica del encuentro. Tras fallar el apertura neerlandés, Vikas Meijer un tiro a palos, España aprovechaba la oportunidad para jugar por primera vez en campo contrario y tras varias fases posar el primer y único ensayo del encuentro, obra de Héctor Matamoros que rompía en carrera a pocos metros de la línea de cal para finalmente adentrarse en la zona de ensayo rival.
Con las fuerzas muy igualadas, continuó la encarnizada lucha entre ambos conjuntos. Vista la dificultad para conseguir ensayos, Joan Terol aprovechaba una indisciplina Oranje para anotar con el pie, pero antes del descanso el capitán español Pablo Pérez veía una amarilla por placaje peligroso y Países Bajos marcaba sus primeros puntos y se marchaba al descanso 3-10 a sólo un ensayo transformado de distancia.
En la segunda mitad continuó la batalla. Ambos equipos tuvieron varias oportunidades claras con espectaculares escapadas, pero las defensas se hicieron protagonistas frustrando todas las internadas de uno y otro lado. Con una indisciplinas más pasada a palos por cada uno de los aperturas, el partido seguía a 7 puntos de distancia.
Los instantes finales se hicieron especialmente largos, con el cansancio y la lluvia siendo más protagonistas y haciendo a los jóvenes jugadores cometer errores no forzados. Finalmente, los españoles forzaban un golpe de castigo en su 22, cuando los neerlandeses llamaban ya a la puerta del empate, y cerraron un partido para el recuerdo 6-13 que vale un oro europeo.
