Redacción | NOSTRESPORT.COM
El Hércules, acudía a terrenos murcianos ocupando la plaza de líder de la categoría pero se encontró con un Murcia de Xavier Clemente muy serio y organizado en su juego y que finalmente firmó uno de los mejores partidos que ha realizado hasta la fecha. Aunque finalmente y aún habiendo creado ocasiones fue incapaz de desestabilizar el marcado. Tras este partido solo la falta de punteria deja claro el porque de su posición en la tabla de clasificación.
Desde los primeros instantes de encuentro, el dominio correspondió al Real Murcia, que llevó la iniciativa desde el principio con más empuje y ganas que buen fútbol y es que el juego no fue ni mucho menos brillante entre dos equipos que hoy por hoy luchan por objetivos diferentes, dada su clasificación.
El Hércules, que jugó muy replegado, replicó con una buena combinación entre Tote y Raúl Ruiz, pero éste, cuando tenía una inmejorable posición para rematar, decidió echar el balón atrás y así se perdió el peligro.
Todavía antes del descanso, el Hércules tuvo una gran ocasión para irse al vestuario con ventaja. Raúl Ruiz, tras recibir el cuero de Tote, envió su tiro a la derecha del marco defendido por Elía y así se llegó al intermedio con alivio para la parroquia local.
En la reanudación, ambos equipos entablaron una dura lucha en el centro del campo por hacerse con el control del encuentro, que estuvo muy nivelado y abierto, aunque sin ocasiones claras de gol durante más de media hora. Algunos acercamientos por parte de los locales Dani Aquino y Capdevila y de los visitantes Morán y Rubén Navarro apenas inquietaron a las defensas hasta que en el tramo final del choque ambos conjuntos se animaron a buscar más el ataque.
Mucha tensión y poco fútbol.
Calatayud, en el minuto 80, evitó el gol murcianista al despejar con apuros un testarazo de Antonio Núñez y tres minutos después Rubén Navarro tuvo el tanto a su alcance, pero su remate, tras buen centro de Ruz, no acabó en el fondo de la portería grana porque el balón fue frenado por su compañero Gerardo, quien se encontraba de espaldas en el suelo.
Parecía que el 0-0 era inalterable y así fue, aunque en el último suspiro Tote pudo hacer que los tres puntos viajasen en el autobús del Hércules. Su tiro, a pase de Rubén Navarro, se marchó fuera y de este modo se repartieron los puntos granas y blanquiazules en un duelo de rivalidad que tuvo más emoción que buen juego.
