Pablo Herrera y Adrián Gavira han visto truncada su espectacular trayectoria en el tercer Grand Slam de la temporada en el World Tour tras perder dos partidos en un solo día, justo los que daban acceso a las medallas y tras llegar a esa jornada final con cinco victorias en otros tantos encuentros. La cuarta posición es la recompensa final para la cuarta mejor pareja del mundo, que ya piensa en el siguiente torneo, un nuevo Grand Slam a disputar la próxima semana en Gstaad (Suiza).
Redacción | NOSTRESPORT.COM
Pablo Herrera y Adrián Gavira han visto truncada su espectacular trayectoria en el tercer Grand Slam de la temporada en el World Tour tras perder dos partidos en un solo día, justo los que daban acceso a las medallas y tras llegar a esa jornada final con cinco victorias en otros tantos encuentros. La cuarta posición es la recompensa final para la cuarta mejor pareja del mundo, que ya piensa en el siguiente torneo, un nuevo Grand Slam a disputar la próxima semana en Gstaad (Suiza).
Herrera-Gavira cayeron primero en una intensa semifinal en Stavanger (Noruega) ante dos jugadores locales, Skarlund-Spinnangr, que figuraban como los novenos candidatos al título. El choque fue no apto para cardiacos y, de hecho, cuando parecía que los españoles lo tenían todo a favor para ganar, sus rivales cambiaron el ritmo para remontar y sentenciar su pase a la final.
El primer set comenzó con alternativas en el marcador y constantes roturas de servicio hasta que Herrera-Gavira consolidaron su juego para lograr las primeras rentas cómodas con el 9-4. Pero los noruegos, espoleados por su afición que llenaba la pista central de Stavanger reaccionaron con el 9-8 gracias un parcial 0-4 que tuvieron que cortar los españoles no sin apuros. Pero la semifinal iba resultar épica porque nos noruegos, que protagonizaban un auténtico sueño luchando por las medallas en su propia casa, forzaban constantes empates a pesar de la contundencia y agresividad de Herrera-Gavira (13-13). El tándem español, no obstante, también tenía su sueño, el de conquistar su primer oro en el World Tour. Y la ambición se convirtió en buen juego, en ataques certeros y una agresiva defensa para sentenciar el 1-0 con un soberbio 21-16.
En la segunda manga quienes jugaron a remolque fueron los españoles, que desde el principio tuvieron una desventaja que osciló entre tres (4-7) y dos puntos (8-10). Herrera-Gavira, sin embargo, querían sentenciar su pase a la final por la vía rápida y apostaron por un juego de desgaste que fue haciendo mella en su adversario poco a poco. Con el 14-13 los españoles se ponían por vez primera por delante en el marcador y empezaron a cobrar ventaja aprovechando su saque para recuperar el ritmo de juego (16-14). Tras el 17-17 forzado por los noruegos se sucedió un intercambio espectacular de puntos que acabó en el 1-1 tras el agónico 22-24.
En el ‘tie break’ la pareja española no consiguió sobreponerse a la remontada y acabó cediendo el pasaporte a la final a los noruegos por 10-15 tras 60 minutos de juego. Los españoles jugaron casi sin tiempo para descansar la final de consolación, en la que se encontraron con dos ‘viejos’ conocidos de esta temporada, los norteamericanos Rogers-Dalhausser, contra quienes se han enfrentado en varias ocasiones con resultados dispares. Herrera-Gavira acusaron el desgaste de la semifinal y no pudieron contener las acometidas de los número uno del mundo, que en 40 minutos conquistaron la medalla de bronce con un 2-0 inapelable (21-17 y 21-16). La veteranía de Rogers y la elevada estatura de Dalhausser fueron los argumentos fundamentales en la victoria yankee, junto a un ataque realmente contudente.
La pareja española viajará ahora a Gstaad (Suiza), donde la próxima semana comenzará el cuarto Grand Slam de la temporada. Herrera-Gavira volverán a ser favoritos.
