Titular indiscutible en el Valencia y poco a poco afianzándose en su selección, Éver Banega recibe con fuerza la nueva temporada, en la que será el encargado de hacer fluir el juego de su equipo.
- Banega, embajador valencianista
David Gutiérrez | NOSTRESPORT.COM
Éver Banega está de moda. Él fue el único jugador del Valencia CF que participó el pasado martes en el Argentina – España que, para mayor gozo del mediocentro criollo, se saldó con una buena actuación persona y una abultada victoria del combinado albiceleste.
A la vuelta de su país, Banega no tuvo sino palabras de agradecimiento a su club, ya que considera que “estar en selección” se lo debe “al Valencia”. “Se lo debo todo por darme la oportunidad de poder jugar acá”, apuntilló el organizador che.
Éver Maximiliano Banega aterrizó por primera vez en el aeropuerto de Manises en enero de 2008, como una promesa argentina procedente de Boca Juniors que venía a reforzar al Valencia de Ronald Koeman que, ya por aquel entonces, comenzaba a mostrar los primeros síntomas de una caída libre que acabaría con el equipo al borde del descenso en una temporada aciaga.
En los primeros meses, Éver no logró consolidar la confianza de Koeman, primero, y Voro, después, pero ya dejó detalles de calidad que sólo se pudieron desarrollar a partir de la temporada pasada. Participó con mucho acierto en la derrota 3-2 en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey frente al Atlético. Derrota dulce que suponía el pase del equipo che a las semifinales gracias al valor doble de los goles a domicilio –en casa el marcador había sido de 1-0-. El conjunto valencianista, además, acabaría convirtiéndose en campeón de aquella edición de la “competición del ko”.
Antes del último curso, el centrocampista argentino pasó en calidad de cedido una temporada (2008/2009) en el Atlético de Madrid junto a su compatriota Agüero, aunque su estancia en la entidad de Manzanares no fue ni mucho menos resaltable. Participó en 24 encuentros, en los cuales logró un tanto para la escuadra que comenzaría siendo dirigida por el mexicano Javier Aguirre, y finalizaría con Abel Resino, técnico que consiguió argumentos para reivindicar su continuidad al conseguir el billete para la Liga de Campeones de esta pasada temporada.
No obstante, Resino y su cuerpo técnico no acabaron satisfechos con el rendimiento de Éver, e instaron al presidente Cerezo a no ejercer la opción de compra que ostentaban sobre el mediocentro criollo.
Banega, por tanto, volvería a la ciudad del Turia aunque, en principio, no por mucho tiempo. Sin embargo, cosas del destino, la imposibilidad del club de lanzarse a la contratación de un mediocentro de garantías, y la insatisfacción de las propuestas de traspaso que llegaban por el actual dorsal 21 del equipo, unidas su buena pretemporada, hicieron que el argentino se quedase en el club de Mestalla.
Cuajó una gran temporada -36 partidos y 2 goles-, de más a menos, quizás, pero hizo olvidar al gran Rubén Baraja, que no es poco. Además, convenció a propios y a extraños de que el Valencia tiene organizador para rato.
Su buen hacer durante todo el año le pusieron en la lista de candidatos para participar en el Mundial con Argentina, aunque el Diego Armando Maradona, seleccionador argentino, no consideró apropiado incluirlo en la lista final de convocados para la cita de Sudáfrica. Duro golpe para el valencianista, de 22 años, pero del que no ha tardado prácticamente en recuperarse.
De hecho, la marcha de Maradona ha supuesto una vuelta de tuerca al rumbo de la selección albiceleste y, por lo visto hasta ahora, Éver Banega tiene sitio en el combinado de su país.
El jugador valencianista manifestó haberse sentido “cómodo” con su gente, y se mostró “contento con esta victoria y poder estar en el once titular”.
No cabe duda, pues, de que el de Rosario está viviendo un momento dulce en su carrera y ya sólo cabe esperar que siga subiendo su número de internacionalidades. Será señal de que continúa haciendo las cosas bien en el Valencia. Significará que Banega sigue de moda.