Todos los clásicos entre Valencia y Barcelona gozan de una especial expectación, pero en esta ocasión la notoriedad cobra una mayor intensidad por un factor que lo hace único: la vuelta de David Villa a Mestalla.
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David Gutiérrez | NOSTRESPORT.COM
Todos los clásicos entre Valencia y Barcelona gozan de una especial expectación, pero en esta ocasión la notoriedad cobra una mayor intensidad por un factor que lo hace único: la vuelta de David Villa a Mestalla.
El delantero asturiano firmó hace más de medio año por su actual club, pero por la desembocadura del Turia más de uno añora al que fue durante un lustro la estrella indiscutible del conjunto blanquinegro. Ni los cuarenta millones de su traspaso, ni los goles de Aduriz y Soldado han conseguido hacer olvidar la estela del crack de Tuilla. Sus 107 goles en 166 encuentros con la elástica valencianista fueron razones de peso suficiente para calar de lleno en el corazón de la parroquia che.
Una hinchada repleta ahora de añoranza por el ariete perdido, que retorna este miércoles a la avenida de Suecia por primera vez para enfrentarse a sus antiguos compañeros. Por vez primera, decimos, porque el Guaje ya visitó el coliseo valencianista el pasado 19 de febrero para presenciar en directo el partido que los de Unai Emery disputaron ante el Sporting de Gijón. Precisamente, el conjunto de Preciado es aquél en el que este campeón mundial se formó, y el que siempre ocupará un hueco especial en los sentimientos del Guaje.
Este segundo retorno no será tan amistoso, en cambio. Más bien, todo lo contrario. Villa tratará de batir a Guaita y colaborar para que su equipo se marche a Barcelona con los tres puntos que estarán en juego. Durante los noventa minutos, no habrá nostalgia que valga y la afición valencianista podría ver como ese 7 que antaño fue su ídolo ahora se convierte en su verdugo.
