La afición del Villarreal volvió a demostrar que es una de las mejores de Europa. La fiesta empezó con el recibimiento espectacular al autobús del equipo por parte de cientos de aficionados y continuó más tarde dentro del estadio con un colorido espectacular gracias a las 20.000 banderas amarillas.
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Redacción | NOSTRESPORT.COM
Impresionante. La afición del Villarreal volvió a demostrar que es una de las mejores de Europa antes, durante y después del trepidante partido ante el Porto. La fiesta empezó con el recibimiento espectacular al autobús del equipo por parte de cientos de aficionados y continuó más tarde dentro del estadio con un colorido espectacular gracias a las 20.000 banderas amarillas repartidas por la grada por la Agrupación de Peñas.
Durante el partido, y pese a que el Submarino llegó a ir por detrás en el marcador, la hinchada, que llenó El Madrigal, no paró de animar y disfrutó con los tres goles del Villarreal. Una vez el colegiado del encuentro señaló el final, equipo y afición se fusionaron en una ovación recíproca que duró durante varios minutos. Muy emocionante. El último detalle llegó cuando los futbolistas y el propio entrenador amarillo, Juan Carlos Garrido, volvieron a salir al terreno de juego desde los vestuarios para agradecer de nuevo el apoyo recibido. Una noche inolvidable y que, sin duda, ha hecho más grande la historia de nuestro club.
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