La selección albiceleste estuvo más cerca de lo esperado de su tercer título mundial, tras los de 1978 y 1986, y perdió otra final como la de 1930 y la de 1990, esta última también contra Alemania.
Aunque Messi estuvo como en todo el Mundial, desaparecido, sólo concurrió en la primera fase, con rivales menores por cierto en el panorama planetario, el resto de jugadores sí demostraron su extramotivación ante una cita irrepetible.
El tercer mundial jugado por el astro culé Leo Messi parecía el de su conquista, pero no fue así, y fue de más a menos su rendimiento durante el mes brasileño.
El gas del inicio fue poco a poco diluyéndose hasta quedar en nada. Los fallos del propio Messi, Higuaín y Palacio delante de Neuer quedarán a modo de pesadilla para toda la hinchada albiceleste.
Por su lado los alemanes no estuvieron en su mejor versión tampoco, pero tienen un fondo de armario inigualable en la actualidad.
Análisis de los nuevos campeones germanos:
Neuer: De menos a más, hasta llevarse el Guante de Oro del torneo.
Weidenfeller: Por su edad no tendrá opciones futuras.
Zieler: Alto y seguro en la meta.
Lahm: Mucho mejor de lateral que de centrocampista.
Boateng: Sencillamente pletórico en la final. Jugó por él y por Hummels, claramente lesionado. Actuación colosal.
Durm: Sorpresa en la lista por la lesión del lateral zurdo del Borussia.
Höwedes: Pudo marcar al filo del descanso, pero su remate en el córner se estrelló contra el poste izquierdo de Romero. Gran jugador infravalorado.
Hummels: Mal partido. Lento y pesado. Clave en el gol contra Francia en cuartos.
Ginter: Testimonial en el torneo.
Mustafi: Entró por la lesión de Reus y apareció al principio del torneo.
Mertesacker: Contra equipos con jugadores rápidos estaba claro que no aparecería.
Khedira: Brutal en las semifinales contra Brasil. Se notó su baja aunque parezca increíble. Falló un gol sin portero contra Portugal. Único jugador este año en ganar la Copa de Europa con su club y el Campeonato del Mundo con su selección. Estilo Karembeu en cuanto a palmarés.
Schweinsteiger: En la final, una máquina perfecta. Se llevó golpes de todos los colores y pone broche de oro a su palmarés personal. Referente de la Mannschaft.
Grosskreutz: Polivalencia para ambos puestos en el lateral de la selección teutónica y en el Borussia.
Draxler: Futuro de la selección; no jugó mucho.
Götze: Héroe nacional al estilo Brehme, Fritz Walter o Torpedo Müller. En la temporada de su controvertido fichaje desde el Borussia Dortmund al Bayern.
Kramer: Apareció en la final por la lesión de Khedira, pero se tuvo que retirar por el golpe tremendo con Garay.
Kroos: Flojo en la final pero soberbio en los partidos anteriores, especialmente en su destrozo de la ‘canarinha’.
Müller: Batirá el record de goles de Klose. Balón de plata y bota de plata. Crack.
Özil: Mejor en la final que en el resto. Pero de todos modos no se puede jugar como si fueras Maradona y tuvieras 8 o 9 mundiales en casa. Necesitaría un entrenador estilo Luis Aragonés y que se lo explicara como a Eto’o en La Romareda.
Klose: 16 goles en la Historia de los Mundiales. Leyenda.
Podolski: Jugó menos de lo que se esperaba.
Schürrle: Gran jugador, polivalente y decisivo con el pase a Götze en el gol.
Gran partido de nervios y tensión, como son las finales por otro lado.
Los germanos se han llevado el tetracampeonato mundial merecidamente.