El Córdoba Open ratificó un desempeño fatal para los españoles, habituales y recurrentes en la gira de tierra batida de Sudamérica gracias a la tradición hispana en la superficie. Misma tradición que también comparte la Argentina, quién hasta el año pasado tenía un sólo torneo ATP en su haber: Buenos Aires. Ahora, Córdoba se agregó al calendario y los mismos tenistas que suelen pasar por la capital porteña, también han probado suerte en ‘La Docta’, en el corazón de la República Argentina.
Córdoba (corresponsal) | Aquí en el interior del país, la suerte de los ibéricos ha sido fatal. Ninguno ha podido brillar como lo han hecho innumerables veces en Buenos Aires. El primero fue Pablo Andújar, el afincado en Valencia y ex campeón del Challenger de Buenos Aires, no ha podido hacer pie en predio del estadio mundialista Mario Alberto Kempes al caer ante el italiano Lorenzo Sonego por 6-3 y 6-2.
Luego le siguió el favorito español y cuarto sembrado Pablo Carreño Busta, quién debió retirarse con una lesión en el hombro derecho en su partido ante el local cordobés Pedro Cachin. Más tarde, ya en octavos de final le siguieron el catalán Albert Ramos (6-4-6 y 6-7 (4) frente a Guido Pella) y el canario Roberto Carballes Baena (7-6 (3) y doble 2-6 ante el local Federico Delbonis).
Quién ha llegado más lejos en Córdoba, ha sido el joven mallorquín Jaume Munar quién superó al segundo favorito Marco Cecchinato y al argentino Guido Andreozzi en su camino hasta cuartos en donde cayó ante el mismo verdugo que Carballes, el campeón de Copa Davis Federico Delbonis.
Así, Córdoba ha demostrado ser un terreno complicado para los tenistas ibéricos, al menos en su primera edición. Los mismos, buscarán su redención en la ya tradicional ‘city’ porteña que los alberga cada año y donde seis españoles distintos se han consagrado: Nadal, Ferrer, Ferrero, Almagro, Robredo y Moya.
