Adrián Casabó | NOSTRESPORT.COM
Los jugadores del Villarreal no encontraban explicación a lo sucedido ayer en El Madrigal. Los amarillos, muy superiores al Atlético de Madrid durante los 90 minutos, tiraron por la borda todo el trabajo en tan sólo dos minutos y cuando ganaban con dos goles de ventaja. «Se nos ha quedado cara de tonto. Teníamos los tres puntos asegurados y dejamos escapar dos», comentó el asturiano Santi Cazorla.
El jugador amarillo aseguró que «el vestuario está jodido por la forma en que se dejó escapar la victoria» y es que tras conseguir dar la vuelta al 0-2 nadie se imaginaba este desenlace. «El Atlético había bajado los brazos con el 4-2 y se conformaba con el resultado, por eso duele más. Hemos hecho méritos como para ganar, hemos sabido remontar haciendo un gran fútbol y en dos jugadas puntuales se van dos puntos», lamentaba el internacional español.
En la misma línea se expresó el central uruguayo Diego Godín, que mostró su malestar por los siete goles encajados en El Madrigal en sólo dos partidos. «Hay que ser autocrítico y reconocer que los dos últimos goles del Atlético son dos errores infantiles que hemos pagado muy caro. No nos pueden hacer esos goles en una pelota aislada desde el medio de la cancha», analizó el central. «Para el público fue un espectáculo, pero nos vamos con mal sabor de boca».