Pablo Herrera y Adrián Gavira vuelven a protagonizar una jornada memorable y gana a su bestia negra de la pasada temporada (Nummerdor-Schuil). La pareja española lucha por acceder a las semifinales en el Abierto de la República Checa, aunque su trayectoria en la repesca está resultando francamente maratoniana. Tres victorias en menos de ocho horas permiten a los españoles mantener sus opciones clasificatorias.
Redacción | NOSTRESPORT.COM
Pablo Herrera y Adrián Gavira seguirán luchando por acceder a las semifinales en el Abierto de la República Checa, aunque su trayectoria en la repesca está resultando francamente maratoniana. Tres victorias en menos de ocho horas permiten a los españoles mantener sus opciones clasificatorias, que se ven reforzadas tras doblegar a una pareja brasileña y, sobre todo, a su bestia negra de la pasada temporada, los holandeses Nummerdor-Schuil.
Herrera-Gavira empezaron el día con buenas noticias, aunque la victoria ante los estonios Jaani-Vesik fue muy trabajada. Y no sólo por los 51 minutos de partido, también porque costó horrores ganar cada punto. El primer set fue una buena muestra porque los españoles tuvieron que recurrir al 20-22 para adelantarse en el parcial. Acto seguido, la reacción de la pareja de Estonia no se hizo esperar para nivelar la contienda con el 21-16.
En el ‘tie break’ se vivieron nuevos momentos de tensión e igualdad, pero finalmente Herrera-Gavira pudieron imponer su condición de favoritos para sentenciar el 2-1 con un ajustado 13-15.
Mucho peor fue el segundo partido, que duró 62 minutos. El 30-28, un marcador histórico, permitió emprender el camino de la victoria ante los brasileños Marcio Araujo-Ricardo. El segundo set tampoco resultó fácil porque los españoles firmaron con apuros el 21-19 para sentenciar el 2-0 y la continuidad en la repesca.
Paradójicamente, el encuentro más corto fue el disputado ante los holandeses Nummerdor-Schuil, que se saldó en 38 minutos con un 2-0 para los españoles. El 21-18 y 21-16 ratificaba la superioridad de Herrera-Gavira y permite, como mal menor, luchar por la séptima posición.
No obstante, tras conseguir tres victorias en un día, la pareja española aspira a luchar por las medallas. El siguiente escollo llegará mañana. Y será realmente un escollo, porque Herrera-Gavira jugarán contra el ganador del cruce entre los norteamericanos Rogers-Dalhausser y los rusos Kolodinsky-Koshkarev.