La continuidad de Carles Durán en el banquillo taronja hasta final de temporada es una manera de dotar de tranquilidad y sobriedad al equipo, en el tramo decisivo de la temporada, para las tres competiciones.
La Copa del Rey, pese a la dureza del cuadro, y la competición europea, también difícil, presentan una gran opción para completar un gran año. Tiempo habrá de sacar una lectura completa de lo acontecido en esta inestable andadura baloncestística en la ciudad, pero a priori se han repetido los errores de otros años.
Después de clasificarse para la Euroliga nuevamente como campeones de la Eurocup, el club no realiza el gasto económico suplementario que exige la máxima competición europea a nivel de incorporaciones y jugadores contrastados, y se realiza un mal papel en la fase de grupos inicial.
Perasovic, leyenda europea como jugador en la Jugoplastika, Baskonia y Alicante, en los banquillos acarrea una fama, al estilo Ivanovic por ejemplo, de dureza extrema en los entrenamientos, causa-efecto se solapan y se entrelazan, pero la realidad son las lesiones reiteradas y recurrentes.
Esto ha provocado un récord de lesiones en las últimas campañas en el equipo y el desgaste de los jugadores frente al técnico, a nivel de convivencia.
La realidad es que los técnicos que mejor rendimiento dan en Europa suelen ser los españoles y los de la escuela balcánica, con una larga trayectoria y bagaje impresionante en cuanto a éxitos y resultados.
La figura del primer entrenador en el Valencia Básket siempre ha sido cuestionada, desde la época de Vukovic, pasando por Olmos, Katsikaris, Pesic, Spahija… hasta la actualidad. Nunca ha sido plaza fácil para los técnicos esta ciudad en ningún deporte…
