El Levante UD se impuso por dos goles en su primera participación europea. Juanlu y El Zhar fueron los goleadores del partido de ida de la eliminatoria europea. Tras la victoria, y a falta de la vuelta en el Ciutat de València, el Levante ha dado un gran paso para su clasificación a la fase de grupos de la Europa League.
Redacción | NOSTRESPORT.COM
Nadie mejor que Juanlu puede ilustrar los caracteres que identifican al Levante del tiempo más presente. Podría advertirse que entre la sociedad azulgrana y el futbolista andaluz se ha producido una estrecha sinergia. Es difícil en ocasiones saber dónde empieza uno y dónde acaba el otro. Quizás parte de la historia más reciente del Levante no pueda entenderse sin la aportación mayúscula de un jugador que ha encontrado a orillas del feudo de Orriols la paz espiritual y el reposo mental necesario para volver a enraizar con la disciplina del balompié. En esta relación forjada a base de corazón, superación y de coraje se inscribe la diana alcanzada en el Estadio Fir Park de Motherwell. Juanlu estrenó el expediente anotador del Levante europeo en una noche lluviosa que permanecerá inalterable en el corazón de todos los estamentos que componen el levantinismo. Quizás la gloria fuera para Juanlu, y con posterioridad para El Zhar, si se la lectura es más superficial y premia la consecución del gol, pero si se profundiza del Levante que se posicionó en tierras escocesas habría que resaltar la determinación y el espíritu colectivo que contagio e invadió a un grupo comprometido y con una claridad mental meridiana para acometer un duelo que se presagiaba arenoso.
Quizás uno de los aspectos capitales de la confrontación fuera la puesta en escena del Levante sobre el césped de los hombres de acero, pseudónimo con el que se conoce al equipo titular de la ciudad escocesa. El Levante fue un equipo granítico y aguerrido. Desde los albores del duelo se pudo comprobar que no estaba dispuesto a dar ningún tipo de tregua, ni de concesión a su oponente. En ese sentido, la escuadra que prepara Juan Ignacio Martínez nunca abjuró del partido. Y fue fiel a su filosofía. Fue metódico y aplicado en defensa, punzante en el medio del campo y supo golpear en los momentos más determinantes. Se preveía una salida en tromba del Motherwell. Era quizás una de sus bazas para sorprender al bloque azulgrana. Un amanecer tan explosivo en su origen como arrebatador en su continuación para marcar distancias y confundir a su rival.
Si el partido adquiría esa condición, el Motherwell contaba con opciones de llevarlo a su terreno. Del equipo local se esperaba un partido con nervio y músculo; acero para tratar de arrugar al adversario, aspectos que quedaron invalidados y desnudos por la convicción, el rigor y el celo que empleó el Levante. El equipo no acuso el desconocimiento del medio. Ni su naturaleza de neófito. Desde ese prisma, su amanecer fue inmaculado. El talento y la calidad ahogaron a la garra y al coraje. Keylor Navas apenas vivió momentos de incertidumbre en los cuarenta y cinco minutos iniciales. Por el contrario, Randolph, portero de los escoceses, sentía el miedo cada vez que los futbolistas granotas se posicionaban sobre las inmediaciones del área que defendía el arquero irlandés.
La estadística se convierte en un arma irrefutable en este caso. En apenas media hora, el Levante podía contabilizar entre cinco y seis disparos de envergadura desde posiciones sólidamente conquistadas, un hecho que acentúa su ocupación y posicionamiento sobre la geografía del terreno de juego. Juan Ignacio resolvió la ausencia forzosa de Pape Diop retrasando a Barkero a posiciones intermedias en el campo. El vasco pegó con Iborra y entre los dos mediocentros lograron conectar con Michel. Este terceto comenzó a tocar y a triangular con precisión ante la mirada perdida de los jugadores locales. El balón corría con fluidez. El Levante tenía argumentos. Juanlu ganaba la línea de fondo de la banda izquierda y Pedro López profundizaba por el flanco diestro.
El preparador solventó el contratiempo que supuso la lesión de Nikos con el retorno de Pedro López al carril izquierdo. Chris en su partido de presentación como titular se mostró sereno en defensa y lacerante en ataque. El gol de Juanlu llegó precedido de un pase en profundidad del alemán. En la reanudación decidió colonizar el ataque izquierdo y tras combinar con Pedro López envió el esférico al corazón del área local para que El Zhar, llegando desde atrás, dejara en el suelo a Randolph. El gol fue además sumamente revelador para el desarrollo definitivo de la confrontación. El Zhar abortó cualquier atisbo de recuperación del Motherwell. El equipo escocés se enrabietó en los minutos iniciales de la reanudación y trató de encerrar en su área a la representación granota.
Parecía una amenaza real aunque, como contrapartida, dejaba infinidad de espacios susceptibles de ser aprovechados por un grupo que domina el arte del contragolpe. La herida podía ser mortal. Y su hemorragia definitiva. La diana del futbolista franco-marroquí traspasó el corazón de los jugadores locales. Los roles quedaron definitivamente establecidos y el partido estaba marcado. El Motherwell se quedó sin armas ni pensamientos para reconducir la situación. El Levante esperó con paciencia a que se consumieran los minutos sin perder de vista el marco de Randolph. La victoria azulgrana en esa fase de la confrontación estaba asegurada.
Ficha técnica:
Motherwell: Randolph; Hateley; Hutchinson, Suaunders, Hammel; Humphrey (Daley, m. 68), Law, Lasley; Ojamaa (MacHull, m. 68), Higdon y Murphy. No utilizados: Hollis; Page, Francis-Angol y Saunders.
Levante: Keylor Navas; Lell, Navarro, Ballesteros, Nikos ( El Zhar, m. 39); Pedro López, Iborra, Michel (Pallardó, m. 66), Juanlu (Serrano, m. 75); Barkero; y Gekas. No utilizados: Munúa; Rodas y Ángel.
Goles: 0-1. M. 42. Juanlu. 0-2. M. 62. El Zhar.
Árbitro: Antti Munukka (Finlandia). Expulsó a Hutchinson con roja directa (m. 76). Amonestó con amarilla a Lasley, Michel, El Zhar, Higdon y Hammel.
Fuente: Levante UD
