Cuando parecía que a sus 29 años, David Ferrer no podría mejorar lo hasta esta temporada logrado tenísticamente, el alicantino ha vuelto a sorprender. Se ha asentado de nuevo entre los grandes dominadores de la raqueta, y apunta a ser el único capaz de inquietar a Rafa Nadal sobre tierra batida.
Alberto Chilet | NOSTRESPORT.COM
Cuando parecía que a sus 29 años, David Ferrer no podría mejorar lo hasta esta temporada logrado tenísticamente, el alicantino ha vuelto a sorprender. Se ha asentado de nuevo entre los grandes dominadores de la raqueta, y apunta a ser el único capaz de inquietar a Rafa Nadal sobre tierra batida.
Tan solo dos manchas en su expediente en lo que va de año tenístico. En Rotterdam, el finlandés Jarkko Nieminen le sorprendía en primera ronda venciéndole en dos sets. En Indian Wells, en cambio, tuvo la mala suerte de cruzarse con Ivo Karlovic en uno de esos días en los que el croata está acertado con su servicio.
Nada más le ha salido mal al de Jávea. En tierra, Ferrer se impuso en México y solo Rafa Nadal ha sido capaz de batirle. El mallorquín lo ha hecho en dos ocasiones, en la final de Monte Carlo, donde David cayó con la espada en alto, planteándole un durísimo enfrentamiento al número uno, y en la final del Godó, donde Rafa concedió menos opciones.
Tampoco sobre superficie dura le ha ido mal. Empezó la temporada sumando su primer título en Auckland, derrotando en la final al siempre peligroso David Nalbandián. Esta gran actuación tuvo continuidad en el Australian Open, donde derrotó, contra todo pronóstico, a Nadal en cuartos de final, y le complicó la vida a Murray en semifinales, robándole el primer set.
Un Mardy Fish muy en forma, frenó sus aspiraciones en Miami, pero Ferrer ya se ha destapado como uno de los favoritos a lograr grandes cosas esta temporada. Ha protagonizado junto a Nadal, intercambios espectaculares, y gracias a su gran acierto con el revés cruzado, aspira a reeditar la gran temporada que completó en 2008, cuando alcanzó la cuarta posición en el ránking ATP.
De momento, el alicantino es sexto, y tiene a Robin Soderling y Andy Murray en el punto de mira. Uno de los torneos que se presentan en el horizonte y que más le ilusionan es Roland Garros, y es que ahí Ferrer, solo defiende tercera ronda. El que se definió una vez como el peor "Top 100" de la historia, vuelve a demostrar que no podía estar más equivocado.