El Villarreal no puede en casa con el Valencia, que suma su segunda victoria al hilo para salir de la peor racha negativa de las últimas décadas. Con goles de Carlos Soler y Santi Mina, los blanquinegros suman tres puntos fundamentales fuera de casa.
Desde que llegó Voro el equipo se está reconduciendo a velocidad de vértigo, si contra el Espanyol las sensaciones fueron buenas hoy han sido mucho mejores. Buena colocación táctica, mucha presión en la salida de balón rival y, por fin, la portería a cero treinta y dos partidos después que se dice pronto. Tal y como dijo Voro el equipo salió a morder y eso se notaba en la garra que ponían los jugadores.
El Villarreal encontró su única vía de ataque en la banda de Cancelo, que jugó por molestias de Montoya, pero el Valencia, con el balón en los pies, controlaba el tempo del partido y poco a poco se iba acercando al área de Asenjo.
El primero llegó tras una acción individual de Nani, se marchó del primero con un cambio de ritmo espectacular y, tras varias bicicletas, asistió de fábula a Carlos Soler que, desde segunda línea marcó cruzando el esférico. Los visitantes se crecieron y presionaron con más ganas aún si cabe. Santi Mina, siempre voluntarioso, no perdió la fe en un balón atrás hacia Asenjo y presionó al meta rival hasta el punto de acabar robándole el balón y anotando el segundo a placer.
Todo hacía indicar que en la segunda parte el Valencia saldría más encerrado, contemporizando el encuentro pero nada más lejos de la realidad. La presión no cesó, el submarino amarillo no dejaba de perder balones en medio campo y los de Voro dominaron a placer, practicando el mejor fútbol de la temporada haciendo un rondo a los locales.
El tiempo pasaba en campo rival y las contras ché eran cada vez más numerosas lo que provocaba pitos en la afición «grogueta». Soler tuvo el tercero en un mano a mano que Asenjo tapó bien y Nani también pudo marcar pero se entretuvo demasiado.
Estaba más cerca el tercero valencianista que el primero local pero quien acaba perdonando acaba pagando y el Valencia acabó sufriendo tras ser encerrado por su rival. Los de Escribá tuvieron un par de ocasiones claras, sobre todo una que fue al palo y el rechace fue repelido por Alves, pero por una vez la fortuna sonrió al Valencia que, incluso, se permitió el lujo de hacer debutar a Zaza.
El Valencia se aleja definitivamente del descenso poniendo tierra de por medio y escalando posiciones en la tabla. El objetivo a corto plazo es el de salir de la zona baja de la tabla y continuar con la evidente progresión partido a partido.