El Villarreal B se impuso al Terrassa en un partido marcado por el planteamiento ultradefensivo del conjunto catalán que puso las cosas muy difíciles a los pupilos de Juan Carlos Garrido. La mejor arma amarilla fue la paciencia. No en vano el Terrassa empezó el encuentro muy encerrado atrás renunciando al ataque.
Redacción | NOSTRESPORT.COM
El Villarreal B se impuso al Terrassa en un partido marcado por el planteamiento ultradefensivo del conjunto catalán que puso las cosas muy difíciles a los pupilos de Juan Carlos Garrido. La mejor arma amarilla fue la paciencia. No en vano el Terrassa empezó el encuentro muy encerrado atrás renunciando al ataque, mientras que el filial amarillo lo intentaba de todas las formas posibles, pero sus acometidas se estrellaban una vez tras otra ante la bien plantada zaga visitante.
Ni una sola clara ocasión de gol se pudo contabilizar en el primer tiempo. Tras el descanso el partido se animó. El Terrassa notaba el cansancio y el Villarreal B empezaba a encontrar espacios para crear mayor peligro. El primer tanto del encuentro llegó en el minuto 65. Una gran jugada colectiva acabó con un pase de Joan Tomás hacia Jordi Pablo que éste se encargó de materializar en gol con un fuerte disparo cruzado. Por fin.
A partir de entonces el Terrassa estiró sus líneas y el filial amarillo se encontraba muy cómodo jugando a la contra. Ya en el descuento del partido llegó la sentencia. Corría el minuto 92 del choque cuando un contragolpe perfectamente conducido por Chando acabó con Gerard Bordas como protagonista al definir a la perfección ante el portero visitante. Esta victoria permite al Villarreal B seguir como líder en solitario del Grupo III de Segunda División B con 19 puntos en su casillero particular.