España ha caído eliminada en los cuartos de final de la Copa del Mundo de la India al ser derrotada 3-4 por Australia, selección que ocupa el número uno en el ranking FIH. Sin embargo, la actuación de los pupilos de Max Caldas demostró que eran ciertas las #Razonesparacreer en ellos. Compitieron de tú a tú frente a los Kookaburra y tuvieron opciones de ganar el partido. Esta vez no pudo ser, pero el combinado español mira el futuro con optimismo después de ver el juego que es capaz de desarrollar esta joven selección.
Empezaba el partido con una presión altísima de Australia y con alta posesión de bola, pero la ordenada defensa española frenaba las acometidas de los australianos, incluyendo el primer Penalty Córner, en el minuto 4. A partir de la segunda mitad del primer cuarto, los Redsticks consiguieron revertir la tendencia del partido y se jugaba más en el campo rival, alargando las posesiones y entrando ya en la línea de 22. A falta de dos minutos, nuevo Penalty Córner para los australianos, pero Adrián Rafi paró con solvencia y, a la contra, Pere Amat disfrutó de una peligrosa ocasión de gol, que paró Andrew Charter. Justo antes de acabar el cuarto, a falta de cinco segundos, tercera actuación de mérito de nuestro guardameta en un nuevo PC.
En el segundo cuarto, los jugadores de Max Caldas seguían compitiendo y las buenas sensaciones se convertían en un golazo de Xavi Gispert. El jugador del Egara desbordaba a su rival en una acción muy rápida y con un fuerte revés cruzado batía la portería australiana para inaugurar el marcador en el minuto 20. Reaccionaban los australianos intentando llegar al área española, pero en el minuto 24, una rápida contra dejaba a Marc Recasens frente al portero y batía la portería para subir el 2-0 al electrónico. A punto estuvo de aumentar la ventaja Borja Lacalle, que no pudo pinchar una bola con el portero batido. Del hipotético 3-0, pasamos al 2-1. Gol de Flynn Ogilvie a falta de cuatro segundos para que acabara la primera parte.
Mal comienzo para las aspiraciones españolas nada más empezar el tercer cuarto. En el minuto dos Aran Zalewski batía la portería e igualaba el encuentro. Y un minuto después un Penalty Córner convertido por Jeremy Wayward ponía en ventaja a los aussies. En un minuto daban la vuelta al marcador.
Le costó reaccionar unos minutos a los jugadores españoles. Pero en la segunda mitad del tercer cuarto comenzaron de nuevo a generar peligro y dispusieron de un par de Penalty Córners que el portero Andrew Charter supo solventarlas con acierto. A cuatro minutos para el descanso, esta vez sí, Marc Miralles lo logró. Convirtió el PC y recortó distancias.
En el último cuarto España salió decidida a buscar el empate, sin descuidar la defensa y evitando los contraataques rivales. Cerca estuvo Álvaro Iglesias de conseguirlo y, aunque se estiró con decisión, no logró contactar con la bola delante del portero australiano.
Quedaban cinco minutos para el final y el árbitro mostró tarjeta verde a Lachlan Sharp. La superioridad numérica la aprovechaba la selección, provocando Quique González un Penalty Stroke, pero Charter acertó la intención de Marc Miralles y desbarató el gol que empataba el partido. En los últimos minutos, no pudo ser y Australia fue capaz de mantener el resultado. Pese a la derrota, España tiene que estar orgullosa del camino hasta el Mundial y de un campeonato en el que el joven combinado de Caldas sale reforzado.
Ignacio Rodríguez: “Estamos jodidos, la verdad. Sabíamos que era un rival muy duro, muy físico, top 1, pero bueno, estábamos capacitados para enfrentarnos a ellos y sobre todo habíamos dicho que esos primeros minutos de juego había que salir con tensión, que nos iban a achuchar. Lo supimos hacer y nos pusimos 2-0. Pero bueno… muy contentos por haber competido hasta el final. Sí es verdad que te queda el sabor amargo porque lo hemos tenido ahí. A seguir”.
