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El regreso del Club Rugby La Vila a División de Honor B no se traduce en puntos, al perder frente a RC L´Hospitalet por 35-19 en la 1ª jornada disputada en el campo de la Feixa Llarga, pero sí que suma en grupo y perspectiva de futuro al renovar su plantilla con algunas incorporaciones nuevas para esta convocatoria, como José Verde y Tomás Etcheverry procedentes de Uruguay, como también Francisco Abel y Gonzalo Sabadín desde Argentina.
Pero la propuesta vilera para este año, más allá de los refuerzos internacionales que siempre aportan entusiasmo y buen juego desde sus clubs de procedencia, es introducir más sabia local a la estructura jonense, dando más opciones a jugadores de la casa, como ha ocurrido en el partido dirigido por el colegiado Cousillas, con nombres como Juan Vicente Llorca, Paco González, Leo Bouin y David Navas que realizaron una estupenda campaña en la anterior temporada con La Vila B y que han debutado con el primer equipo en la Feixa Llarga. También hombres como Jonatan Molina, procedente del Pati Fosc de Villajoyosa, y Miguel Macho, ambos formados en la cantera blanquiazul, regresan tras un periodo fuera del deporte oval.
A este plantel renovado hay que añadir un plus de experiencia y sentimiento con el regreso de nombres referentes en la historia del club jonense, al haber protagonizado momentos tan cruciales como el primer ascenso a a la máxima categoría en 2008, como Alberto Jiménez (que también desarrolla el rol de entrenador del senior femenino), o Matt Cook, que vivió el Campeonato de División de Honor y la Supercopa en 2011 con el conjunto de la Marina Baixa, donde ahora también ejerce de Head Coach y jugador. También regresa a casa un internacional con el orgullo de ser olímpico en Río de Janeiro, entre otros logros con la Selección Española, Javier Carrión.
Y desde la provincia de Alicante han llegado componentes con gran ilusión de formar parte del proyecto vilero, como Lucas Notari procedente del Akra Barbara y Javier Moya de Denia.
Para cerrar el recorrido a esta novedosa convocatoria, no faltan los habituales que siguen en la brecha del primer equipo defendiendo el escudo local con garra y mucho corazón. Ignacio Caini, Miguel Ángel Ponce, Rodrigo Lacoste, Juan Ignacio Vinaches, Bruno Villalba, Juan Bautista Valero y Fernando Díaz «Fefo».
Y todo este engranaje dentro del campo funciona a pleno rendimiento gracias a los servicios de Pablo Martínez, el fisio incombustible del batallón de Alonis.
Esta expedición la cerraron el director deportivo Hernán Quirelli y el delegado Federico Samartano, dos estandartes del espíritu jonense, que siguen aportando sabiduría y pasión a raudales.
Una revolucionaria (y compleja) reestructuración a nivel deportivo ha empezado en la entidad alicantina, lo que puede llevar tiempo a ofrecer resultados en la clasificación, pero lo más importante, es cumplir el objetivo de reformular el ADN vilero. Por un lado, combinando jugadores de diversas procedencias y nacionalidades, algo inherente al espíritu cosmopolita de este club que ha mantenido a lo largo de los años, y que ha enriquecido a los vileros a nivel deportivo y cultural.
Pero sobre todo, con vistas de mirar hacia casa, reconocer el potencial local de ayer y de hoy, plantar semillas de cara a un futuro próximo, y con esas nuevas raíces reflexionar sobre la identidad que todo club debe tener y mantener.