Séptima derrota del Ecociudad que le sitúa en puestos de descenso directo a 1ª División nacional. Nuestro equipo adoleció de los mismos defectos que en anteriores ocasiones y no supo jugar los minutos decisivos, dando demasiadas facilidades al equipo canario que fue práctico y aprovechó los regalos, si bien la igualdad estuvo presente durante todo el partido. Decepción enorme en las monoveras, que habían preparado con sumo celo este partido y eran conscientes de la importancia del mismo. Gran alegría para las canarias que salen del pozo y esperan encadenar victorias que le alejen de las últimas posiciones, aunque también tendrán que mejorar bastantes aspectos de su juego si lo quieren conseguir.
Redacción I NOSTRESPORT.COM
El encuentro comenzó según el guión previsto: defensa 6:0 en el Remudas, defensa 3:2:1 en el Ecociudad, mucha velocidad en el juego visitante, menos en el local. Parciales ajustados para empezar, aunque siempre el Ro’Casa por delante por uno o dos goles de diferencia (6-4, min 10; 8-6, min 15). Por parte local, Maikke Turnhout hacía mucho daño en sus penetraciones para romper la defensa profunda de las monoveras. Conseguía posiciones fáciles de lanzamiento y marcaba con solvencia. También Davinia López hacía lo propio. La defensa monovera no era la de otros días y encajaba demasiados goles. En ataque, las penetraciones de Mamen sacaban petróleo en forma de goles y penaltis y así se aguantaba el marcador en mínimas diferencias. 14-12 al descanso y sensación de que nuestro equipo podía lograr algo positivo en su visita a las islas.
Mal inicio de segunda parte para las de José Ignacio Prades. Despistes defensivos y regalos en ataque situaban el marcador en un inquietante 18-13 en el minuto 35. “Pero si alguien pensaba que el Ecociudad estaba muerto, que se olvide”, en palabras de Kike Tribaldos. Reacción impresionante de nuestras chicas que vuelven a comprimir el marcador hasta el 21-20. A garra y coraje nadie gana a nuestras jugadoras, pero la verdad es que sólo con esas actitudes no se ganan los partidos. La defensa mixta sobre Maikke sujetaba a la holandesa pero aparecieron Davinia López y Alba Albadalejo para penetrar en la defensa abierta monovera y sembrar la incertidumbre en nuestro banquillo. A pesar de todo el equipo se rehizo y logró empatar el partido en 2 ocasiones: 27-27 y 29-29. De nuevo los regalos en forma de balones extraviados y penaltis errados (hasta 4 en este partido) y alguna decisión arbitral bastante rigurosa en contra de nuestros intereses llevaron la victoria al bando local por 31 goles a 29, causando el desánimo en nuestras chicas y en nuestros técnicos.
Bajo las órdenes de los colegiados madrileños Luna García y Valcarcel Cantúa, que no gustaron a ninguno de los 2 banquillos, los equipos formaron con las siguientes jugadoras:
Por el Ro’Casa : L. Guerra, Emina K. y N. Hernández, M. Lindberg(3), M. Lipan(4), A. Albadalejo(4), D. López(7), H. Rodríguez, M. González, M. Turnhout(7), K. Lteskovic, M. Falcón, N. Martynenko(3), T. Dajcman(3)
Por el Gran Monóvar Ecociudad Mediterránea: Mari y Paloma; Silvia, Mamen(8), B. Verdú(1), A. Morante(4), Mampi(3), Marizza(3), R. Guerola(5), M. Santos(2), B. Morales(1), Inga, Natalia, Lidia(2)
La liga es larga y nunca hay que tirar la toalla. La semana próxima tenemos un difícil compromiso frente al León. Es una tarea complicada pero habrá que mirar hacia adelante, intentar sacar los dos puntos y descansar hasta Enero en zona de salvación.
