Tras una derrota inesperada (0-1) después del buen partido hecho por su equipo, el Benfica, las capacidades del entrador Quique Sánchez Flores empiezan a ponerse en duda por los aficionados
Cátia Pereira | NOSTRESPORT.COM
Tras una derrota inesperada (0-1) después del buen partido hecho por su equipo, el Benfica, las capacidades del entrador Quique Sánchez Flores empiezan a ponerse en duda por los aficionados de Benfica.
A seis partidos del final, el título ya está muy lejos para el Benfica, el Oporto está a 8 puntos, e incluso la segunda plaza del Sporting de Lisboa está más distante (4 puntos). Ante este escenario, y manteniéndose fiel a su discurso sereno, Quique Flores no rechazó, en rueda de prensa, la posibilidad de no cumplir su segundo año de contrato con el equipo de las águilas.
El entrenador ha dicho al periódico Record que “habrá un momento para pensar en lo que es mejor para el club y para el entrenador, de manera amistosa, con respeto. El final de la temporada no será un drama. Esta profesión es así. Hacemos objetivos en el inicio de la temporada, ahora sólo tenemos que esperar para ver lo que pasará hasta el final”
Por su parte, en el diario digital luso Maisfutebol se escribe que tampoco la gran manifestación de disgusto de los aficionados –que sacudieron pañuelos blancos para pedir la salida del técnico valenciano – al final del partido frente al Académica fue suficiente para poner nervioso a Quique Flores. “Siempre tuve una relación de respeto y mucha admiración por la gente. Siempre tuvieron un comportamiento ejemplar, mismo fuera de casa. Aún hoy fueron buenos. Al final de la temporada hablaré con los responsables y tomaremos una decisión. La situación de un entrenador puede siempre cambiar por los resultados”, justificando que la idea de su salida del Benfica puede no pasar, por ahora, pero al final de la temporada es un escenario lógico”.
A pesar de todas las señales de contestación de los aficionados y de los malos resultados de los últimos partidos, Rui Costa, director deportivo del Benfica, y Luis Filipe Vieira, presidente del club, están también de acuerdo en lo esencial: el entrenador debe de tener la estabilidad para cumplir el contrato e intentar alcanzar los objetivos que el club se propone ya desde la proxima temporada.