En un partido emocionante, de ida y vuelta y vertiginoso, Luis Suárez, quien estaba en duda para jugar el mundial, se vistió de héroe para darle la victoria a Uruguay que volvió a reflotar la épica, la mística y la garra charrúa de los tiempos de antaño.
Tiempos de aprendizaje
Si algo demostró Uruguay hace cuatro años en Sudáfrica es que no hay que subestimarlo, y que ha recuperado esa mística y garra charrúa. No fue fácil, han sido muchas frustraciones y desilusiones. Análisis luego de incontables derrotas y tres mundiales viendo que sucedía desde fuera. Pero La Federación Uruguaya apostó por el Maestro Tabárez, que les enseñó a esta generación de jugadores eso que identificó a la celeste en el pasado.
Partido de mil latidos por segundo
Fue uno de los partidos más emocionantes del mundial sin dudas. Uruguay arrancó presionando la salida de Inglaterra que de la mano de Gerarrd y Sterling, pudieron desplegar su fútbol para asistir a Welbeck, Sturridge y Rooney, pero se encontraron con el buen portero de Muslera, que le tapaba un disparo fortísimo a Welbeck. Luego en un córner de Gerrard que cabeceó Rooney pero la madera la dijo que no.
Del otro lado, un disparo del «Cebolla» Rodríguez hacía peligrar a Joe Hart. Pero la presión de Edigio Arévalo Ríos y Álvaro González en la mitad forzaban el error inglés y salían ráido de contra con Lodeiro que vio a Cavani dirigirse por la banda izquierda. El delantero del PSG se vistió de asistidor y le puso el centro perfecto a Suárez que cabeceó y envió el balón por encima de Hart. Como en la Premier. Así terminaba la primera parte. Uruguay golpeaba menos, pero era más efectivo.
Ya en la segunda parte y con Muslera casi como figura, Uruguay aguantaba el cero en su portería hasta que Sturridge asistió en el centro del área a Rooney, quien superó a Martín Cáceres y venció al portero sudamericano. Rooney fin podía marcar en un mundial.
Cuando el partido estaba destinado a terminar en empate, la épica volvió a apoderarse del partido. Muslera sacó de la portería y sin querer Gerarrd asisitó a su compañero del Liverpool cuando cabeceó ese balón al intentar rechazarlo. Suárez recogió ese regalo del cielo, corrió y chutó con alma y vida a Hart. Un guiño del destino a un héroe que jamás se rindió para poder estar aqui en Brasil.
Suárez, las lágrimas de un héroe
Las lágrimas de Luis Suárez, llevado en andas por sus compañeros que lo abrazan como si fuera una final del mundo. Pero en San Pablo, en la Arena Corinthians donde el Timao hace de local, sólo ha sido el segundo partido del grupo D de Brasil 2014. ¿Acáso Uruguay clasificó a segunda ronda? Tampoco. Pero si ganó una final ante Inglaterra, y tiene chances de quedarse en la Copa. Pero es Suárez quien, acaba de ganar el mundial. Su Mundial.
El astro del Liverpool logró recuperarse de una operación de meníscos que lo podía dejar sin mundial y se recuperó en tiempo record con la ayuda de su familia y de ese «Walter» Desconocido, el fisioteraeuta de la Selección celeste. Sus lágrimas lo dicen todo, le dio la victoria a su país que sigue dando que hablar desde Sudáfrica 2010. Y para añadirle más épica a esta hisotia, Lucho acaba de convertirse en el máximo goleador de la selección charrúa. Y para agregarle un aliciente más a ésta película, comenzó a llover el la ciudad de San Pablo. Gotas de lluvia que se mezclaban con las lágrimas de alegría de Lucho.
