Viveros volverá a acoger los conciertos de la Feria de Julio en condiciones normales con un cartel marcado por el indie y el pop.
182 días, o lo que es lo mismo, más de cinco meses después del último evento de la Gran Feria de Julio, el Ayuntamiento de Valencia ha dado a conocer esta mañana el nuevo cartel de los Conciertos de Viveros para este 2022. Mediante un acto público junto al concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, los organizadores han desvelado quienes serán los artistas que protagonizarán la tradicional parrilla de conciertos que acapara todos los focos culturales del mes de julio en la capital del Turia.
Como cabezas de cartel, Leiva vuelve a llevarse el gran protagonismo como lo hizo en 2019. Su gira promocional de su nuevo disco ‘Cuando te muerdes el labio’ tendrá una parada en Valencia el día 6. También repite Residente, que actuó en 2018 al igual que Zoo, grupo que prolongará la gira Llepolies durante este verano. Otro referente internacional que actuará en los escenarios de Viveros será Simple Minds, iconos del pop-funk durante los 80, que cerrarán el evento.
El indie como género protagonista
El indie nacional se vuelve a apoderar de la Gran Feria de Julio. Rigoberta Bandini, candidata a representar a España en Eurovisión y participante del Benidorm Fest, actuará el 20 de julio. Un día después será el turno de Vanesa Martín y, el 23, les tocará a Los Planetas. La dosis de pop vendrá de las voces de India Martínez y, especialmente, de los grandes éxitos de la Oreja de Van Gogh, que brillaron el año pasado en uno de los conciertos de Les Nits del Ciutat.
A nivel local, las valencianas Lisasinson y su punk actuarán junto a Tenda como teloneros de Zoo el 8 de julio. Las chicas de Maluks abrirán la parrilla de conciertos junto a la catalana Suu y los barceloneses de Stay Homas. Los de Marras, Cat Power, Antònia Font, Steve Vai y Julian Marley completan el cartel.
Y es que, tras dos ediciones sin poder disfrutar de la música y espectáculos en directo en unas condiciones normales, todo apunta a que las sillas y las restricciones quedarán serán cosa del pasado. La normalidad comienza a extenderse en todos los ámbitos sociales y, tras muchos baches y grandes hitos de autosuperación, la cultura no se iba a quedar atrás.
