El Valencia CF acaricia la permanencia tras la victoria por 3-0 ante el Valladolid, quedando a 9 puntos del descenso con 9 por jugar.
Tarde nublada de domingo en Mestalla. Tras la gran manifestación realizada ayer por parte de los aficionados del club, el equipo se jugaba los muebles en casa, en un estadio vacío, pero arropados por su afición desde la distancia. La destitución de Javi Gracia obligaba a Salvador González ‘Voro’ a ser artífice de una nueva salvación del equipo, esta vez con doble sentido: también necesitaba salvar la categoría.
El partido comenzó tranquilo, sin ocasiones para ninguno de los dos equipos, en un arranque con la posesión en el medio del campo y con un protagonista novedoso en esta zona, Kang-In Lee. Pero en el minuto 8, una internada del brillante joven portugués Jota inquietó a Jasper Cillessen, que con una gran parada neutralizó el tiro y se encargó también de tapar el posterior rechace. Inmediatamente después, se animó el encuentro con un contraataque que Gayà no pudo colocar en los pies de Maxi, centrando el capitán valencianista a las manos del meta pucelano Jordi Masip.
El transcurso de los minutos no hacía presagiar nada bueno para el Valencia, que sin crear peligro, veía como el Valladolid llegaba a la portería del portero holandés, aunque sin materializar los disparos en gol. Llegado el ecuador de la primera mitad, los pucelanos seguían acumulando llegadas al área, mientras que el conjunto ché únicamente había dispuesto de un tiro desviado de Guedes.
Cuando parecía que la primera mitad llegaba a su fin en un partido muy trabado, un centro lateral en el tiempo añadido de Gayà era rematado a placer por Maxi Gómez, con posterior revisión de VAR por un posible fuera de juego posicional de Wass. Finalmente, tras la inquietante espera, el tanto subió al marcador y supuso la clausura de los primeros 45 minutos, con un Valencia muy irregular y un Kang-In Lee totalmente desaparecido.
El paso por vestuarios renovó por completo la imagen del Valencia. Antes de cumplirse el minuto 3 de la segunda mitad, Carlos Soler robó un balón y se lo sirvió a Maxi Gómez para que, con una definición de killer, batiese de nuevo a Masip. Un doblete del ariete uruguayo que no veía portería el 4 de enero, un Valencia-Cádiz en la jornada 17. La diferencia de dos goles permitía al equipo ché descansar, sin confianzas, pero sin la presión de estar un solo gol por delante.
El Valladolid únicamente llegaba con disparos lejanos de falta, sin inquietar a Jasper Cillessen. El Valencia había crecido en el partido con el segundo gol, y aunque el partido seguía siendo a rachas, la inclusión de Racic y las contras blanquinegras contrarrestaban el dominio de posesión pucelano. Gonçalo Guedes fue artífice de tres carreras velocísimas que no pudo convertir en gol, pero mostrando una baza más que efectiva para el Valencia, que con poco balón estaba teniendo más ocasiones que el Valladolid.
El desarrollo de la segunda parte fue continuado durante todos los minutos, con un Valencia replegado tirando contraataques fallidos y un Valladolid que mucho dominio, pero nada de gol. Muchos centros laterales pero la sensación del partido era que el conjunto ché disponía de una ventaja mucho mayor. Ya en los últimos minutos del encuentro, Voro también quiso dar minutos a Oliva y Jason, cuya presencia actualmente era prácticamente testimonial.
Y precisamente un gran pase filtrado del uruguayo Oliva dejaba solo a Cheryshev, que con un centro al punto de penalti encontró a un inusual en esas posiciones, Thierry Correia. El lateral portugués conectó un cabezazo potente a la esquina de la portería de Masip, lo que supuso el final más que anunciado de un partido que, pese a no controlar por parte del Valencia, solventaría finalmente sin pasar demasiados apuros.
Tres puntos de oro para un Valencia Club de Fútbol que prácticamente asegura de esta manera su presencia en la próxima temporada de La Liga, quedando con 39 puntos, nueve por encima del descenso (marcado por Huesca y Eibar, con 30). De nuevo Voro llega al club al rescate, con una papeleta complicada, pero siempre dispuesto a ser el héroe de las malas temporadas del equipo ché.