A luchar y reengancharse en la Liga.
Si algo ha demostrado el Levante UD estos últimos años es que para conseguir los éxitos obtenidos (permanencias cómodas, ser líder de Primera División, jugar competición europea por primera vez en su Historia…) la clave no ha sido tanto la calidad, que muchos jugadores de la plantilla atesoraban sin duda, como el grado de esos mismos jugadores de intensidad y esfuerzo. Ahora que todo el mundo se quiere mirar en el espejo del Atlético de Madrid y en la labor del ‘Cholo’ Simeone, por su grado de compromiso y nivel competitivo que impregna a su escuadra, hay que recordar, en su escala, que el club granota es un ejemplo en todos los sentidos. Un equipo armado, competitivo, bien construido y casi imposible de doblegar.
Zona de nadie
Ahora que se encuentra un poco en la zona de nadie en la tabla, con la permanencia asegurada y con pocas opciones de clasificarse para la Europa League, sería bueno no abandonarse en la tabla. El camino es la segunda parte demostrada contra el Athletic de Bilbao y no la primera. Este equipo si cae en la falta de intensidad se vulgariza. Y esto es una realidad palpable y constatable con los resultados. Si bien es verdad que la temporada es muy buena y digna de elogio hacia los futbolistas de la primera plantilla en general y el entrenador en particular, no se puede caer en la molicie y en la autocomplacencia en la media docena de choques que quedan, porque podría ser una pérdida del espíritu que ha alentado a estos jugadores estos años. Además desde determinados foros seguro que intentarán desestabilizar al equipo con las suspicacias de siempre, no en vano será juez en la lucha por la Liga, Europa y por evitar el descenso (juegan contra Getafe, Elche, Málaga y nada menos que Atlético de Madrid y Valencia en el Ciutat). Así que ha reengancharse y revitalizarse, como se ha hecho en partidos como el de Granada y no repetir las experiencias pasadas contra Celta, Betis y Athletic de Bilbao por ejemplo.