Los pilotos de 250 protagonizaron una actuación excelsa. Bautista, Aoyama y Simoncelli, secundados por Barberá dieron un recital a los aficionados presentes. Los tres pilotos han tomado distancia sucediéndose en la primera plaza. A tres vueltas para el final el piloto Mapfre Álvaro Bautista y el nipón Hiroshi Aoyama han ganado algo de ventaja para jugarse un mano a mano final. Un ligero error del talaverano en las últimas curvas ha dado el espacio suficiente a Aoyama para alzarse con la victoria definitiva.
Redacción | NOSTRESPORT.COM
Los pilotos de 250 protagonizaron una actuación excelsa. Bautista, Aoyama y Simoncelli, secundados por Barberá dieron un recital a los aficionados presentes. Los tres pilotos han tomado distancia sucediéndose en la primera plaza. A tres vueltas para el final el piloto Mapfre Álvaro Bautista y el nipón Hiroshi Aoyama han ganado algo de ventaja para jugarse un mano a mano final. Un ligero error del talaverano en las últimas curvas ha dado el espacio suficiente a Aoyama para alzarse con la victoria definitiva.
Desde la cuarta posición en parrilla el piloto Mapfre Álvaro Bautista realizaba una buena salida y completaba el primer paso por meta en segunda posición, acomodándose pronto en la lucha por el podio. El talaverano ha protagonizado un bonito mano a mano con Simoncelli y Aoyama tomando el mando durante algunos compases de la cita jerezana y sin dar respiro al intenso ritmo impreso desde el inicio. Luchando por la victoria en su feudo, Álvaro ha marcado la vuelta rápida de carrera en el decimoquinto giro, estampando un nuevo récord en el Circuito de Jerez -1.43.338-.Un pequeño error en los últimos giros ha propiciado que el japonés Aoyama le superara y ha entrado segundo tras la línea de cuadros. Segundo podio consecutivo del manchego que arranca bien en este campeonato 2009.
Héctor Barberá disputó en las últimas vueltas el podium con el italiano Simoncelli, ambos descolgados de la lucha por la victoria. Al final, cuarta plaza para el valenciano que no pudo superar a su rival por apenas 72 milésimas de segundo.