Ayer los equipos de Gerardo Martino y Juan Antonio Pizzi ganaron sus respectivos partidos de cuartos de final de manera abultada y pasaron a las instancias de semifinales.
La previa del partido entre Argentina y Venezuela ya daba de por sí a un claro ganador antes de que se jugase el partido. Quizás por la historia, quizás por su rico plantel en calidad y cantidad, o por su buen nivel, pero es sabido que Argentina es el máximo candidato del torneo. Pero tenía que vencer a un crecido Venezuela, de buena tarea en el Grupo C eliminando a Uruguay.
El partido fue fácil para los albicelestes y se abrió rápidamente a los 7 minutos con un gol de Higuaín, quién rompió su sequía goleadora. El mismo ´Pipita´ aumentó la distancia a los 28 minutos. Messi liquidó el partido a los 15 de la etapa complementaria tras un pase Gaitán. Venezuela descontó con un gran cabezazo de Rondón, pero no asustó a los argentinos que sacaron de la mitad de la cancha y convirtieron el cuarto y definitivo gol gracias a Lamela, tras una gran jugada en ataque.
El 4-1 fue contundente, Argentina lo buscó y lo encontró. No pasó sobresaltos y, ahora, le toca nada más ni nada menos que enfrentar al anfitrión, Estados Unidos, en semifinales.
Por su parte, Chile tenía una parada complicada ante México, que terminó primero en su zona y parecía un rival difícil. Pero no fue difícil en absoluto, ya que aplastó 7-0 a los mexicanos de manera sorpresiva y humillante.
Si, parece una broma, pero no lo es. Los chilenos hicieron historia en la Copa América, ya que en este torneo continental nunca hubo tanta diferencia en una instancia decisiva como ésta. El primer gol lo marcó Puch a los 16 minutos y el segundo lo hizo Vargas a los 44 minutos. El primer tiempo terminó así, con los mexicanos aún con chances de igualar el cotejo.
Pero lo increíble se vio después. En el segundo tiempo el equipo de Pizzi dio cátedra anímica y futbolística: a los 4 minutos Alexis Sánchez estiró la ventaja y amargó por completo a los norteamericanos. La humillación llegó a los 53´ y a los 58´ con dos goles consecutivos de Vargas. El partido y la llave ya estaban asegurados, pero la Roja de Sudamérica optó por más y avergonzar aún más a un México sin respuesta, sin resto físico y sin fútbol. El 6-0 lo marcó el mismísimo goleador Vargas a los 74´ y, faltando solo dos minutos, nuevamente Puch aportó su cuota goleadora y batió a Ochoa para el 7-0 final.
Fue bochornosa la manera en que los mexicanos salieron a disputar un partido que, desde la previa, parecía parejo. También fue digna y meritoria la labor de Chile al destrozar a su rival con unos 90 minutos apabullantes.
Chile se enfrentará a Colombia el miércoles 22 en Chicago, mientras que Argentina afrontará su compromiso ante los locales el día martes 21 en Houston, para conocer a los finalistas de la Copa América Centenario 2016.
