Tito y Carmelo del Pozo están atentos a los movimientos del Valencia de cara a la próxima temporada
Con vistas al regreso del equipo granota a la máxima división del fútbol español, los nombres de los futbolistas elegidos para dotar de estabilidad al nuevo proyecto de Muñiz, Tito y Carmelo del Pozo van saliendo a la luz.
La dirección deportiva levantinista está centrada en buscar un hombre de calidad que complemente a Campaña en el medio del campo. Uno de los nombres que han puesto encima de la mesa para reforzar la medular es el del valencianista Álvaro Medrán. El centrocampista cordobés es muy del gusto de Tito, un jugador que tiene el fútbol en la cabeza y entra dentro de la filosofía de Muñiz.
Cierto es que el papel de Medrán en la plantilla valencianista ha ido menguando a lo largo de la temporada. Era un recurso bastante utilizado por Ayestarán y Prandelli, pero menos usado por Voro. Verdad también es que el técnico valencianista le ha dado minutos en el tramo final de temporada, cuando el equipo ya no se jugaba nada prácticamente. Marcelino evaluará las condiciones de Álvaro para continuar o no en el nuevo proyecto del asturiano para la temporada que viene.
Bakkali, que al igual que Medrán le restan 3 años de contrato en el Valencia, es otro jugador que interesa mucho al Levante. Un extremo rápido y habilidoso que apenas ha jugado un puñado de minutos esta temporada. La lógica dicta que, tras dos años casi inédito entre lesiones y sin la confianza plena del entrenador de turno, la entidad de Mestalla esté dispuesto a cederlo para poder mostrar su valía como futbolista.
El último nombre es el de Rober Ibáñez, otro extremo de la cantera del Valencia. Cedido este año en el Leganés, tuvo protagonismo con Garitano hasta que tuvo una grave lesión de rodilla. Ahora mismo, esa es la principal preocupación para Tito y Carmelo.