Con un gol repleto de polémica debido a la mano de Ruidíaz, Brasil se despidió de la Copa América Centenario a manos de Perú y acrecienta su crisis futbolística. Ecuador, que goleó 4-0 a Haití, hizo el resto.
El árbitro uruguayo Andrés Cunha convalida el gol en comunicación con los asistentes. Dani Álves, quien está cerca de la jugada, corre para recriminar la invalidez del gol. Cunha no se fía del reclamo del defensor del Barcelona.
Pocas herramientas tiene éste Brasil, el gigante dormido de Sudamérica en plena crisis futbolística, muy lejos de aquel equipo que jugaba todas las finales habidas y por haber, y que la última copa que Levantó fue la Copa Confederaciones 2013, en su propio país y la del 2009 también.
Pero que sufrió eliminaciones tempranas como la de los Mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, y las Copas América de 2011 y 2015.
Una selección que vio la vergüenza más grande de su historia en su propio país ante una Alemania fría y casi perfecta. Una ‘canarinha’ que vino a Estados Unidos sin jugadores como Neymar, Douglas Costa, Rafinha, Luiz Gustavo o Kaká y que muere ciclo tras ciclo, ofensivamente.
Una camiseta que ha perdido-temporalmente- la mísitca y el buen paladar, el tan prestigiosos ‘Jogo Bonito’. Ecuador hizo lo propio ante Haití y se quedó con el segundo puesto. Perú, de gran primer tiempo ante Ecuador, aprovechó la victoria y en silencio-aunque con polémica- avanza como líder a segunda ronda.