El pase por Rodrigo Caio quedó estancado debido a un problema en su rodilla que le trajo problemas en el pasado, algunos desacuerdos con el San Pablo, el conflicto Rufete-Nuno y el supuesto interés de Imbula por jugar la Champions con el Valencia.
Desde el comienzo, apareció de la nada el fichaje de Rodrigo Caio. Por la ventana y casi en soledad cuando todas las cámaras apuntaban a donde se hallaba Imbula, como el gran candidato a ser el primer fichaje del verano.
Aquel comunicado oficial del San Pablo sorprendió a muchos, inclusive dentro de las filas valencianistas y depositó el conflicto entre Nuno y Rufete.
Ya con el jugador en Valencia, y cuando debería haberse anunciado la firma del contrato del jugador con bombos y platillos, en el parte médico aparece una irregularidad: una lesión en la rodilla que le ha perjudicado dos veces, desacuerdos en el contrato por parte de ambos clubes y una intención de Imbula de jugar en el Valencia.
Según fuentes oficiales, el club che y el paulista continúan en negociación, mientras que Caio se someterá a una tercer revisión médica en Barcelona, en la clínica Ramón Cugat a fin de determinar la solvencia de la proyección del fichaje a futuro.