La victoria contra el Barcelona por parte del Valencia Básket deja muchas lecturas y todas positivas, de cara al inicio de la Copa del Rey en Málaga esta semana.
El conjunto de Velimir Perasovic tuvo un aluvión de bajas, incluida la de última hora de Doellman; Lucic, Aguilar, Lischuk… pero se supo reponer en un tercer cuarto para la historia, con 33 puntazos contra una de las mejores defensas de Europa, y además lo que representa el Barcelona en la ACB, con lo que de peso arbitral (en boxeo sería peso pesado, casi obeso) cuenta el club catalán en la ACB.
La rotación del conjunto taronja fue famélica, por lo que los puntos, además en un partido con mucha anotación, se repartieron entre muy pocos jugadores. De ahí que Lafayette y Dubljevic se dispararan en la anotación.
Ritmo vertiginoso
La idea posiblemente pudo ser un ritmo de partido más bajo de lo normal, con posesiones largas de los valencianos y basket-control, con un tanteador bajo, para evitar cargarse de personales también, pero a partir del comienzo de 0-9 de los catalanes de inicio, el partido demandó otro ritmo.
El equipo se contagió de los ánimos de los aficionados y se entró en una vorágine muy positiva de acierto y recuperaciones de balón.
El equipo valenciano debe aplicar ahora la inteligencia, para en un posible choque en semis de Copa contra los azulgranas saber a qué atenerse.
Los dos partidos ligueros se han resuelto en un margen de uno y dos puntos, por lo que el encuentro en Málaga, hipotético, se adivina con un margen estrecho de puntuación. Perasovic va a tener que aplicar toda su sapiencia para repetir receta milagrosa en el torneo del KO.
Además el Barcelona ya sabe los puntos fuertes de los taronja y el partido será más duro si cabe, y en terreno neutral.
