El Comite Olímpico Español remite este entrevista al histórico jugador de balonmano David Barrufet (Barcelona, 04/06/1970). El portero catalán repasa su trayectoria deportiva con 22 temporadas en el Barça y su participación en 4 Juegos Olímpicos, y declara que su sueño actual es que se encuentre la vacuna de la COVID 19.
David, eres un histórico del balonmano español. Has ganado 7 Champions, 12 ligas, 11 copas del Rey, 2 medallas de bronce en JJOO, un mundial, etc. Y tienes el récord de internacionalidades, 280 veces defendiendo los colores de la selección. ¿Cuál es el mejor recuerdo de esa larga etapa?
Una vez dejas de jugar, el recuerdo que te queda es toda la trayectoria, todos los amigos que has hecho, los partidos que has jugado, hayas ganado o no hayas ganado. La sensación de darlo todo, la sensación de que la gente, una vez retirado, te quiere, que te agradece lo que has dado. Y al final es lo contrario, tú tiene que agradecer lo que la gente te responde. Es imposible marcar un momento, porque es fácil quedarse con un título, pero yo creo que toda la trayectoria y la idea de que cada día has intentado hacer lo mejor.
Contigo bajo los palos España ha sido Campeona del Mundo, subcampeona de Europa y dos veces bronce olímpico entre otras cosas. Con el Barça has ganado todo lo que se puede ganar a nivel de clubes. Y, además, individualmente has sido elegido dos veces Mejor Portero del Mundo. ¿De dónde sacabas esa hambre de títulos después de ganar tanto? ¿Te ha quedado alguna espina?
Ganar es fácil, tener ganas de ganar es fácil. Tú sales a jugar para ganar y ganas porque disfrutas jugando. Yo siempre digo que hemos tenido la suerte de ser jugadores profesionales de balonmano, de un juego que hicimos de pequeños para pasárnoslo bien. Cuando llegamos al club, en nuestro caso al Barça jugabas y te lo pasabas bien, en la selección te lo pasabas bien. He disfrutado de cada momento de mi periodo como deportista. Cada momento que he jugado me lo he pasado muy bien y eso es lo que te hacía intentar ganar. A nadie le gusta perder. Cada partido es diferente, cada temporada era diferente y una vez que pruebas la sensación de ganar te gusta y quieres repetir. Esa es la clave.
La verdad es que no. Siempre me hubiese gustado ganar algún título más, pero al final en el resumen de mi vida deportiva estoy muy contento. Los momentos malos han desaparecido, no sé por qué, el disco duro los ha borrado, y siempre me he quedado con lo bueno.
Tú, como deportista, te has visto en situaciones en las que has perdido, pero conseguías volver a levantarte. Qué mensaje podemos darle a la sociedad esta situación tan difícil que estamos viviendo. ¿A qué pueden agarrarse para seguir adelante?
El primer mensaje que hay que dar es que hay que seguir las normas que nos marcan desde Sanidad. Es muy importante ser disciplinados, en cualquier deporte y en cualquier situación de la vida hay que ser disciplinados. Y en este caso más, para vencer la pandemia. Y tener fe, tener esperanza. Nos ha tocado vivir una época muy mala, pero la superaremos y nos hará más fuertes. Tenemos que aprender de lo que nos ha pasado y ser más fuertes. Hay que tener esperanza, hay que ser conscientes de que el futuro será mejor y para que sea mejor tenemos que esforzarnos ahora. El esfuerzo del día a día, de mantener la distancia, ponerte la mascarilla, limpiarte las manos, todo eso hay que cumplirlo a rajatabla. Y así saldremos de la pandemia. Dejamos a gente por el camino, pero tenemos que ser conscientes de que el futuro es mejor de lo que está ahora. Y depende de nosotros. Volveremos a sonreír, volveremos a tocarnos. A nosotros nos gusta abrazar, dar besos y volveremos a hacerlo. Pero para hacer eso ahora hay que ser disciplinados y seguir las normas que nos mandan desde arriba.
Cuatro veces olímpico, bronce en Sydney 2000 y Pekín 2008 ¿Qué significa para ti ser miembro del Equipo Olímpico Español?
Yo creo que esa experiencia es la más grande que puede vivir un deportista. Es lo mejor que te puede pasar a nivel de equipo nacional. Tener la suerte de vivir unos Juegos Olímpicos es una cosa que, ojalá, todos los deportistas lo pudiesen vivir alguna vez porque es algo inexplicable. Creo que es lo más grande que puedes vivir. Compartir Villa Olímpica con deportistas de otras modalidades que tú los ves por la televisión, luchas con ellos codo a codo por los mismos objetivos, es brutal. Aparte el ambiente que se vive en las ciudades durante los Juegos Olímpicos modifica a las ciudades, modifica a la gente que está allí. Es mucho más amable, más abierta. Si ese ambiente existiese toda la vida, seríamos mejores.
Has estado 22 temporadas en la élite y siempre en el Barça. Es poco habitual que un jugador pase toda su carrera en el mismo club. ¿Qué tenía el club o qué te daba para estar en él toda tu trayectoria?
De pequeño era del Barça, casi desde que nací. Y tener la suerte de entrar en el Barça con catorce años e ir escalando hasta llegar al primer equipo y ser el capitán, nadie me podía dar más. Para mí no era un sueño cumplido, porque nunca soñé que llegaría a conseguir eso, pero sí pensaba: “¿dónde voy a estar mejor que en mi casa?”. Mi familia está en casa, mis hijos tienen sus abuelos…Si que es cierto que, a nivel económico, tal vez, en otro club podría haber ganado más, pero el dinero en esta vida no lo es todo. Vale más la sensación y la motivación que yo tenía jugando en el club de toda mi vida y el ver a mi familia feliz en casa.
Compaginaste tu carrera deportiva con los estudios. Eres licenciado en Derecho ¿Qué consejo le darías a los jóvenes deportistas que dejan sus estudios por el deporte?
Es un error dejar los estudios a un lado. La carrera del deportista es muy corta, además que te pueden pasar muchas cosas, como lesiones. Pero si todo te va bien, también es corta y la vida es mucho más larga después del deporte. Hay que estudiar, hay que formarse. No hace falta hacer una carrera, pero sí un módulo, seguir formándote para que una vez acabes de jugar, tengas una salida y no te quedes en ese momento en blanco. Además, el estudio te ayudará a jugar. La formación académica es buena para la cabeza y eso te ayuda a ser mejor deportista. Parece una contradicción, pero todo lo que tu cerebro trabaje, luego a la hora de jugar también te va bien. Que estudien cualquier cosa, pero que estudien. No hace falta una carrera, pero que estudien para estar preparados una vez dejen de jugar.
Llega tu retirada. El Palau se viste entero de amarillo. Y el club retira tu camiseta. Pero como no podía ser de otra forma, decides seguir vinculado al balonmano y al club de tu vida, al frente de la Dirección deportiva de la sección de balonmano del Fútbol Club Barcelona. ¿Qué es lo más satisfactorio de tu trabajo? ¿Echas de menos la portería?
La portería no la echo de menos. Me retiré con 40 años, ya tenía bastantes pelotazos encima y la decisión fue una decisión muy meditada. Nunca he vuelto a jugar, porque creo que ya hice suficiente, y la cabeza te funciona de otra manera y el cuerpo ya no respondería. Pero porque disfruté tanto jugando al balonmano hasta ese momento que es el recuerdo que te queda.
Seguir vinculado al club es lo más grande que hay. Cuando dejé de jugar me vinculé al departamento jurídico, más adelante me propuso formar parte de la sección de balonmano como manager deportivo y poder ayudar al balonmano con las ideas que tú tienes, también es muy bonito. Estoy disfrutando día a día del trabajo y me lo paso muy bien. Soy un privilegiado.
Al portero en balonmano le dan bastantes balonazos ¿Por qué elegiste ser portero?
Fue una casualidad. Con ocho años estábamos entrenando y ningún niño se quería poner de portero Y yo me puse por un ratito. Pero la portería tiene algo especial que te engancha y ese ratito duró hasta los cuarenta. Y una vez que pruebas la portería es una sensación buenísima, especial. Normalmente, aunque algunos sí, los pelotazos no te duelen.
Alejandro Blanco es un fan declarado tuyo. ¿Has sentido su apoyo y el del COE durante tu carrera?
Siempre. Alejandro para mí es una persona muy especial. Lo quiero mucho, porque aparte de trabajar muy bien por el deporte, a mí siempre me ha tratado muy bien, nuestra relación es muy buena y siempre que he necesitado a Alejandro Blanco y al Comité han estado ahí. Al igual que al revés. Creo que siempre que me han pedido ayuda les he dado lo que haga falta. Creo que el deporte español no puede estar en mejores manos.
¿Cuál es el sueño de David Barrufet?
El sueño es que pase esto pronto, que se encuentre una vacuna para la COVID-19 lo antes posible y que volvamos a la normalidad normal, no a la nueva normalidad. Ese es el sueño que tengo, que cada día nos despertamos pensando que cuanto antes llegue la vacuna, mejor. Y como he dicho antes tenemos que trabajar para eso. Tenemos que ayudar nosotros a que la normalidad vuelva a fluir, respetando las normas y siendo disciplinados. Pero ojalá dentro de poco podamos vacunarnos todos y que lo que estamos viviendo actualmente quede como un mal sueño, que aprendamos de ello, pero que podamos volver a abrazarnos, besarnos, que la gente pueda volver a ver los partidos a los estadios y que todo vuelva a fluir con normalidad.