El vallista de Bellreguard, subcampeón de España con una gran marca de 7.58
Quique Llopis no pudo con Asier Martínez en uno de los grandes pulsos del Campeonato de España. El navarro, con el que entabla una rivalidad de la que se habrá durante años, se llevó la victoria en los 60 metros vallas con una marca de 7.53 (a cuatro centésimas de su mejor registro del año), media décima por delante del valenciano que aguantó el duelo hasta la última valla y se llevó su mejor marca de la temporada (7.58). Pero el pupilo de Toni Puig, que esta temporada empezó algo más retrasado su preparación, demuestra que sigue en ascenso y que llegará mejor aún al Mundial de Glasgow (del 1 al 3 de marzo).
La medalla de Llopis fue la octava del atletismo de la Comunitat Valenciana en la pista de Expourense. De las ocho, tres fueron de oro (Fátima Diame en longitud, la otra valenciana que también tiene opciones de estar en Glasgow, Pablo Torrijos en triple salto y Jorge Ureña en heptatlón), la plata de Llopis, y cuatro de bronce (Evelyn Yankey en longitud, Abderrahman El Khayami en 3.000, Ferran Ramírez en longitud y Jorge Dávila en heptatlón). En la clasificación por puntos, la Comunitat fue tercera, sólo por detrás de Cataluña, la mejor, y Madrid.
Llopis, un competidor muy deportivo, explicó después de la final que estaba feliz por el hombre que le había arrebatado la medalla de oro, que venía de un 2023 desafortunado. “Estoy muy contento, sobre todo por ver a Asier corriendo otra vez a su mejor nivel, mejor que nunca. Es lo que más contento me pone. También por mí, por empezar a coger el ritmo de competición. Las sensaciones son muy buenas de cara al aire libre. Este año no he preparado tanto la pista cubierta, pero están saliendo marcas muy interesantes. Empecé a competir a principios de febrero, hace sólo dos semanas, y me estoy encontrando muy bien. La preparación está siendo de más carga porque el objetivo este año tiene que ser el aire libre”.
El atleta de Bellreguard igualó el año pasado el récord de España de 60 metros vallas (7.48) de Orlando Ortega, y esta temporada Asier Martínez ha corrido en 7.48. Está claro que cada carrera está en amenaza. “El récord de España está en peligro constante. Hoy mismo pensaba que lo podía haber perdido, y en las próximas carreras, si no este año, el que viene, se va a destrozar”.
Carmen Marco se quedó a las puertas del podio en el 200. La atleta alicantina fue cuarta (24.40), un resultado que puede parecer el peor posible, por quedarse tan cerca de las medallas, pero que es muy satisfactorio por lo que ocurrió la víspera en las semifinales. La velocista del Valencia CA sufre fuertes migrañas, pero nunca le había pasado en una competición. El sábado tuvo un ataque violento de migrañas y, como no quería poner en riesgo su competición, decidió no tomarse la medicación. “Al salir de la curva dejé de ver. No sé ni cómo crucé la meta. Pero luego busqué un banco y me derrumbé. Por eso hoy estoy contenta de haber podido correr. No en plenitud, como me hubiera gustado, pero al menos no he vuelto a tener migrañas”.
Pero le fue a su compañera de entrenamiento Paula Blanquer. La hija y alumna de Rafa Blanquer sufrió un toque en el cuarto paso de los 60 metros vallas y perdió todas sus opciones de meterse en una final en la que era una de las claras favoritas para colgarse una medalla. “Así son las vallas. Estas cosas pasan a veces”.
Una de las sorpresas del campeonato la dio Sergio Carbó. El atleta del Torrent llegó para correr una eliminatoria de 200 y alcanzó la final, en la que fue sexto con un tiempo de 21.64.
Javi Mirón no supo jugar bien sus cartas en una final de 800 metros donde había contrincantes muy poderosos. Al frente de todos, Mariano García, el campeón de Europa que dominó la carrera y que supo sofocar a todos sus rivales. A Mohamed Attaoui, que fue segundo, a Adrián Ben, tercero, y al mediofondista de Ibi, que entró quinto después de equivocarse intentando pasar por la curva al murciano con media carrera todavía por delante. En la final femenina, Marta Olmedo fue séptima con una marca de 2:10.41. Y en 1.500, Miriam Costa entró novena en una carrera en la que podría haber aspirado a la medalla de bronce, pero que no supo gestionar sus fuerzas dentro de un grupo muy numeroso.
Alejandro Noguera realizó una buena competición en la final de peso. El alicantino, que es guardia civil y que este año ya ha sido destinado a la provincia de Alicante después de haber estado entrenando en León, acabó séptimo después de mejorar dos veces su marca de la temporada (hizo un par de tiros de 17,41). Dos puestos más atrás, noveno, acabó Carlos Cano (16,31). En la final de pértiga, Vicent Fabra fue undécimo (4,90) y Claudia Rubio terminó novena (12,14) en la de triple salto.