Un punto que permite seguir soñando. Eso es lo que consiguió el CD Castellón ayer en tierras aragonesas. En un partido jugado de tú a tú, donde predominó el medio campo y con pocas ocasiones claras de gol. Como si de un buen guión de una película se tratara, el equipo albinegro saltó al terreno de juego de la Romareda para dar una alegría a los más de 700 aficionados desplazados a la capital maña.
Guillermo Viciano | NOSTRESPORT.COM
Un punto que permite seguir soñando. Eso es lo que consiguió el CD Castellón ayer en tierras aragonesas. En un partido jugado de tú a tú, donde predominó el medio campo y con pocas ocasiones claras de gol.
Como si de un buen guión de una película se tratara, el equipo albinegro saltó al terreno de juego de la Romareda para dar una alegría a los más de 700 aficionados desplazados a la capital maña. El equipo bien situado en el campo llevaba el dominio del juego e incluso de las ocasiones. Fruto de este dominio llegó el gol visitante, una buena jugada entre Arana y Uranga acaba en los pies de Ulloa, que bate perfectamente la meta zaragozana. La grada visitante estallaba de alegría mientras al resto del estadio se les empezaba a poner cara de que una mala tarde del Zaragoza podría repetirse. La herida abierta por el Castellón podría haber sido más grande si Ulloa, después de una recuperación de Nsue tras un fallo garrafal de Ayala, hubiera conseguido meter el balón a puerta vacía, con el portero batido y que sólo tenía que empujarla. Su remate se fue fuera por poco, para lamento de los albinegros.
El resto de la primera mitad fue un dominio del Zaragoza, sin crear peligro, sólo a balones colgados o jugadas a balón parado. Pero como toda historia siempre tiene un malo, Pino Zamorano, poco amigo de los albinegros, se encargó de dar validez a una jugada, que comenzó con un más que protestado fuera de juego y que a la postre fue el gol de Ewethon, después de que el Zaragoza ganara la espalda a toda la defensa del Castellón. Era el minuto 42, un gol psicológico que bombardeaba las esperanzas albinegras. Con este resultado se llegó al descanso.
Ya en la segunda mitad, el Castellón cedió el balón al Zaragoza, buscando la salida rápida por medio de Mario Rosas, Arana o Nsue. Pero como ayer no era el día de ninguno de los tres, poco se puedo hacer. Estuvieron desaparecidos y lentos, por lo que el equipo orellut se conformó con esperar atrás e intentar sorprender. El Zaragoza por su parte impuso su calidad y el peso de jugadores de primera división, sobre todo en el centro del campo, teniendo un dominio pero con escasa llegada a la portería defendida por Carlos Sánchez. Los minutos pasaban y ni unos ni otros conseguían adelantarse en el marcador. El colegiado, Pino Zamorano, seguía a la suya desquiciando al equipo visitante con continuas faltas en contra, que o bien cortaban las contras albinegras, o daban la posibilidad de realizar alguna jugada a balón parado a los zaragocistas.
Al final, el equipo visitante aguantó todas las arremetidas del Zaragoza, haciendo bueno el punto logrado en un campo difícil en el que no todos van a puntuar.
FICHA TÉCNICA:
Real Zaragoza: López Vallejo; Pignol, Pulido, Ayala, Paredes; Jorge López, Zapater, Hidalgo (Arizmendi, min.62), Caffa; Braulio y Ewerthon.
Castellón: Carlos Sánchez; Pedro, Dealbert, Pepe Mora, Diego Reyes; Arana, López Garai, Mario Rosas (Salas, min.61), Uranga (Mantecón, min.70); Ulloa (Tabares, min.83) y Nsue.
Goles:
0-1: Ulloa, min. 15. 1-1: Ewerthon, min 42.