El Valencia sigue en caída libre y certifica un final de año liguero, salvo milagro, en puestos de descenso. Los de Prandelli no jugarán liga hasta el 2017 debido al partido aplazado ante el Real Madrid.
Desastroso, Prandelli se quedó corto en sus declaraciones y ni con esas los jugadores han reaccionado. El equipo sigue cometiendo los mismos fallos una y otra vez, errores infantiles y absurdos, provocados por la falta de tensión y de actitud de los mismos. Otra vez a balón parado y otra vez en el minuto dos, tan sólo dos minutos aguantó el Valencia con la portería a cero y desde abril que no se pone el cerrojo atrás.
El equipo era una caricatura, sin crear arriba, nervioso atrás y con Santos y Abdennour sustituyendo a los lesionados Mangala y Garay. Fallo tras fallo llegó un nuevo córner y un nuevo gol de Willian José, entraron al remate cinco jugadores txuriurdines por nueve defensores valencianistas más Alves, ni con esas.
Prandelli movió el banquillo, salió Mina por un inoperante Fede y en pocos segundos provocó un claro penalti que transformó Parejo. Poco historia más, la Real no jugó ni al 60% y los visitantes no eran capaces de crear jugadas de peligro.
La segunda parte no tuvo mucha diferencia ni en el juego ni en las sensaciones, faltas de entendimiento, miedo en la zaga, los laterales perdidos, sobre todo Cancelo que acabó expulsado y tiene la cabeza más fuera que dentro del club, un caos con un Prandelli como espectador de lujo que aún debe seguir maldiciendo el día que decidió fichar por este equipo podrido por dentro y por fuera.
La Real avisó y a punto estuvo de marcar Juanmi de cabeza, incluso dispuso de un penalti cometido por Santos que Alves volvió a parar a un Vela que nunca había fallado una pena máxima en la liga. Poco generaban los ché en ataque y sólo hubo un pequeño arreón final con Bakkali sobre el verde y con el debut de Carlos Soler. En el descuento Juanmi marcó el tercero y en la siguiente jugada, sin ya opciones, Bakkali descontó en la única jugada elaborada y al primer toque del equipo.
Nueva derrota, otros tres puntos que se esfuman y la sensación de que todavía no se ha tocado fondo. Lo único positivo son las declaraciones de Prandelli avisando que se reunirá con la propiedad para tratar de encontrar soluciones a la plantilla. Una revolución de jugadores podría cambiar esta dinámica pero Lim no opina lo mismo y no se espera ningún tipo de desembolso.
Las uvas se le pueden atragantar a Meriton ya que, un punto del Sporting en cualquiera de los dos partidos restantes, pondría a los de Prandelli en puestos de descenso antes de Navidad. La situación es límite y, como se suele decir, cuando las cosas van mal, siempre se pueden poner peor.