El Valencia Basket tiene por delante dos semanas para salir del bache de juego en el que se encuentra antes de afrontar el tramo final de la temporada, con las eliminatorias de la Eurocopa como principal objetivo, dado que volver a conquistar el torneo le daría una plaza con la que estrenar el Roig Arena en la Euroliga.
El equipo que dirige Pedro Martínez ha perdido tres de sus últimos cuatro encuentros, un porcentaje de derrotas que apuntala la idea de un bajón de juego. La mala imagen dada en la última cita, los cuartos de final de la Copa del Rey ante el Gran Canaria refuerza una idea que vive de la comparación con las grandes sensaciones que transmitió desde que arrancó el curso hasta el inicio de febrero.
La próxima cita señalada en rojo en el calendario del Valencia es el cruce de cuartos de final de la Eurocopa que disputará a partido único en la Fonteta el 11 o el 12 de marzo ante el ganador de la eliminatoria de octavos entre el Wolves lituano y el Cluj-Napoca rumano.
Hasta llegar a esa cita tiene por delante dos semanas y dos partidos, el primero en la cancha del Casademont Zaragoza el 1 de marzo y, siete días después, el segundo en la Fonteta ante el Surne Bilbao Basket.
Este periodo en la práctica será de menos días porque muchos jugadores de la plantilla no regresarán hasta este martes o miércoles de sus compromisos con sus selecciones. El periodo entre el domingo 2 de marzo y el viernes 7 será clave para acumular entrenamientos y recuperar el tono.
Eso sí, el alero Semi Ojeleye, uno de los jugadores más importantes de la plantilla y que más ha bajado su rendimiento, tendrá un mes ‘limpio’ entre la Copa y el cruce continental para recuperar su nivel.
Estas dos semanas deberían servir también para resolver la incógnita del hombro izquierdo de Sergio De Larrea, ya que el joven base se lesionó hace algo más de dos semanas y se ha dado un tiempo para intentar un tratamiento conservador. En estos próximos quince días está previsto que pruebe su eficacia y que o bien lo acelere para reaparecer o bien, si no ha funcionado, se decante por pasar por el quirófano.
La presencia del canterano se ha confirmado más importante de lo que muestran las estadísticas porque es el base con más mordiente en defensa y que más rápido conduce al equipo en ataque, dos de las señas de identidad del conjunto ‘taronja’ que se han difuminado en las últimas semanas.
Si el Valencia no es capaz de ser agresivo en la primera línea defensiva, correr y atacar el rebote ofensivo, la confección de la plantilla hace que sufra en otro tipo de guión más estático, así que parece que la recuperación pasa por reencontrar la frescura y el atrevimiento perdidos.
Sigue pendiente también el futuro de Ethan Happ, pero el interior, lesionado desde hace tres meses, no ha encajado en lo poco que ha jugado en el tipo de juego que plantea el equipo este curso. cuando se recupere, podría salir de la plantilla o tratar de reintegrarlo en la dinámica del equipo de Pedro Martínez, si bien en la Eurocopa el plazo de inscripción de jugadores ya ha acabado y en la Liga acb lo hace el próximo viernes.