El Valencia CF continúa rastreando el mercado en busca de un delantero que complemente a Hugo Duro para la próxima temporada, pero una de las opciones que tenía mejor colocadas, Kike García, se aleja de Mestalla. El atacante manchego, actualmente en el Deportivo Alavés, no ha alcanzado un acuerdo con el club che y estudia otras propuestas con condiciones más favorables.
Según ha podido saber la Cadena SER, el principal escollo está en la duración del contrato: el Valencia ofrece una única temporada, mientras que tanto el Espanyol como el propio Alavés, donde ha firmado una gran campaña, le han puesto sobre la mesa dos años de vinculación, algo prioritario para un jugador que, a sus 35 años, se siente preparado para seguir compitiendo al máximo nivel.
Kike, que suma 11 goles en LaLiga y 2 en Copa en el presente curso, se ha convertido en uno de los atacantes nacionales más eficaces del campeonato, solo por detrás de Oihan Sancet y Ayoze Pérez en el ranking goleador español. Además, su experiencia, su juego de espaldas y su capacidad para ganar duelos lo convierten en una figura codiciada para equipos que buscan equilibrio entre rendimiento inmediato y liderazgo veterano.
Más allá del número de temporadas, las cifras económicas también separan a las partes. Kike ha solicitado un contrato cercano a los dos millones brutos anuales, una cifra que se ajusta a lo que ha venido percibiendo en clubes como Eibar, Osasuna o el propio Alavés, beneficiado por un régimen fiscal más favorable que el que encontraría en Valencia. La propuesta che, en cambio, no superaría el millón y medio, lo que complica la operación en un escenario de alta presión presupuestaria.
La situación se agrava por la política de fichajes del club. Peter Lim mantiene su estrategia de inversión limitada, y el Valencia, que ya ha descartado otras opciones como Umar Sadiq por el coste total de su operación (entre salario y amortización superaría los 14 millones), no contempla ahora mismo comprometerse con dos años y ese rango salarial para un tercer delantero.
Con la marcha de Rafa Mir casi descartada y la imposibilidad de abordar grandes operaciones, el club trabaja con cautela. Se valora una incorporación con perfil potente, maduro y de impacto inmediato, pero con condiciones ajustadas a la realidad económica de Mestalla. Mientras tanto, Kike García sigue escuchando ofertas y no cierra la puerta a continuar en Vitoria o poner rumbo a Barcelona, donde el Espanyol de Fran Garagarza le ha marcado como prioridad para sustituir a Javi Puado.
El mercado apenas empieza a moverse, pero en Valencia el tiempo apremia: el nuevo curso exige gol y experiencia, y en ese terreno, el nombre de Kike García sigue siendo un nombre marcado… aunque, por ahora, más lejos que cerca.
