Con un doblete de Santi Mina, el Valencia por fin pudo romper la maldición que no le permitía ganar ante la Real Sociedad en Mestalla luego de casi tres años: Desde marzo del 2015 que el Valencia no le ganaba al equipo de donostierra en casa.
Aunque en realidad, fueron los ‘ches’ los que rompieron el maleficio en el partido de ida durante los primeros partidos de la temporada en Anoeta, había que ganar en casa después de cuatro sendas derrotas ante el conjunto vasco. Los valencianistas no podían desde el 1 de marzo del 2015 cuando los por entonces dirigidos por Nuno se impusieron 2-0 con un doblete de Piatti.
Casi tres años después, y con un doblete de Santi Mina, el Valencia consiguió ganarle en casa a un rival que le complicó los últimos años. No ha sido nada fácil, ante un equipo necesitado luego de malos resultados y de una aventura europea que no ha salido bien.
Los de Eusebio han salido a presionar desde el comienzo y complicaron al conjunto local durante los primeros minutos del partido en un duelo absolutamente equilibrado y de ida y vuelta.
Sin embargo fue Santi Mina quien aprovechó un centro de Montoya hacia los 34′ de la primer parte y cabeceó para vencer a Toño, quien no gozó de una buena tarde.
Luego del descanso, el Valencia no pudo despertar de la siesta y de la tranquilidad que suponía llevar la ventaja en el marcador. La intensidad del equipo donosti forzaron un error entre Murillo y Coquelín y fue Oyarzabal quien no desaprovechó el regalo de la defensa y definió de manera exquisita ante un Neto que nada pudo hacer.
Rodrigo, por su parte, no había cumplido hasta allí un buen rendimiento tras varias falencias en los últimos pases y un par de situaciones malogradas. No obstante tendría su recompensa cuando el conjunto local recuperó un balón que desembocó en los pies del múmero 19. El delantero centró razo al corazón del área y Toño no pudo coger el balón que finalmente, tendría destino de red gracias al olfato de Santi Mina.
El resultado ya no se movería, aunque el Valencia seguiría sufriendo. Un balón parado del ex juhador blanquinegro, Sergio Canales sería despejado por Neto, quien yacía casi vencido de rodillas luego de salvar a su equipo del empate. Pero Bautista remató a quemarropa y fue el codo del portero italiano quien salvó a su equipo de otra pesadilla ante el cuadro vasco.