El Villarreal C.F. recibirá al Club Atlético Osasuna el domingo 11 de abril a las 14:00 en el duelo correspondiente a la trigésima jornada de la Liga Santander. El cuadro amarillo querrá prolongar su racha victoriosa en Liga a costa de un Osasuna que se encuentra solo cinco puntos sobre la salvación.
El Villarreal está soñando y no quiere despertarse. Tras sobrellevar una mala racha catastrófica, el submarino ha conseguido trasladar a Liga su éxito europeo. Hasta la fecha son tres las victorias que lleva acumuladas el cuadro de Unai Emery. Nueve puntos trascendentales con los que ha podido volver a alcanzar al Real Betis y la Real Sociedad en la lucha por Europa. Conscientes de que no pueden jugarlo todo a la Europa League, el Villarreal quiere asegurar una plaza europea a expensas de lo que pueda suceder extramuros.
Una situación algo distinta a la que atraviesa el Osasuna. Los rojillos acumulan ya cuatro partidos sin ganar. Tras su victoria (por la mínima) frente al Deportivo Alavés, el Osasuna no ha vuelto a ganar en Liga. A la derrota contra el Barça le han seguido tres empates contra Osasuna, Valladolid y Getafe que querrá hacer buenos ganando esta jornada.
Para ello Jagoba Arrasate podrá contar con todos sus hombres, puesto que ninguno llega lesionado a la Cerámica. Por parte del Villarreal, solo Pervis Estupiñán acompañará en la enfermería a Vicente Iborra, todavía convaleciente de su lesión de larga duración. Una situación que invita a ser optimistas a los castellonenses, que no hace tanto que tenían que lidiar con una plaga de lesiones considerable.
Ahora con casi todos los futbolistas disponibles y el buen sabor de boca de haber conquistado el GNK Arena, el Emery querrá seguir «campeonando» contra un rival que nunca le ha podido superar. Y es que los cuatro duelos que le han enfrentado a Arrasate se han saldado con tres victorias para el guipuzcoano y un solo empate.
De hecho, habría que remontarnos al 31 de enero de 2010 para hallar la última victoria del Osasuna en campo del Villarreal. Aquel día los rojillos se impusieron por 0-2 ante un Villarreal que se quedó a la orilla de las plazas europeas.
Un precedente lejano, pero peligroso que recuerda al Villarreal qué se está jugando. Porque el Villarreal está soñando en una nube y, si no quiere despertarse, la única alternativa es la victoria.