Con goles de Boateng, Mario Gómez y Draxler, Alemania ganó 3-0 sin problemas ante una Eslovaquia que no opuso demasiada resistencia y que careció de toda audacia para ir a buscar el partido. Özil malogró un penalti ante Kozacic. Por su parte Bélgica sometió a Hungría por 4-0 con goles de Alderweireld, Batshuayi, y Carrasco con un gran partido de Eden Hazard, quien marcó el tercero.
Un duelo desigual desde el comienzo sin lugar a dudas y una diferencia que finalmente terminó siendo mucho mayor tras la falta de audacia de Eslovaquia. Boateng abrió el marcador con su primer gol como internacional tras un disparo en la puerta del área.
Minutos después, Skrtel cometía penalti a Mario Gómez y Özil se hacía cargo de la ejecución, pero Kozacic adivinaba el remate del número ocho y salvaba a su equipo de una goleada mayor que podría haber llegado posteriormente.
Antes del descanso, Draxler realizó una jugada personal y entró regateando al área asistiendo a Gémz que definió a la perfección a pesar de su marca. Alemania se retiraba a los vestuarios con un 2-0 y con el desarrollo del partido en el bolsillo.
La segunda parte, que prácticamente estuvo de más, tuvo a Draxler como la figura del partido marcando su gol con un remate perfecto de volea imposible para Kozacic. Eslovaquia poco intentó de la mano de Marek Hamsik que con pocos recursos se las arregaba para complicar a Neuer, aunque sea una sola vez. Ahora sólo resta esperar al choque de España e Italia.
Goleada aplastante de Bélgica
En un partido donde Eden Hazard brilló como figura, Bélgica reaccionó y gritó presente con una contundente goleada a Hungría. Con goles de Alderweireld, Batshuayi, Hazard y Carrasco, la otra Roja de Europa logró avanzar a cuartos de final en un recital de fútbol.