España logró una sufrida victoria en la prórroga ante Suecia, tras un partido muy igualado y exigente, que le permitió asegurar su pase a los cuartos de final del torneo.
Sabía muy bien la Selección Española que su tercer encuentro de la Fase de Grupos no iba a ser ni mucho menos sencillo. Porque la Selección de Suecia iba a exigir un alto nivel de concentración durante todo el choque para poder conquistar un tercer triunfo con el que certificar la clasificación para los cuartos de final.
Un nivel de dificultad que iba a estar muy presente ya en los primeros compases del encuentro, con la «gerundense» Klara Lundquist haciendo de las suyas en ataque para imponer el ritmo de juego de un equipo que lideraba el choque con pequeñas rentas. No tardó en reaccionar la Selección Española, a través de un primer paso al frente en defensa y de la mano de una Alba Torrens que asumía galones para que las de Miguel Méndez pudieran igualar el electrónico al término del primer cuarto. A partir de ese momento, España comenzó a sentirse mucho más cómoda en la pista, fortaleciendo su juego desde la defensa y complicando cada ataque a un rival que se estancaba ligeramente en la anotación cediendo el protagonismo (23-31).
Pero poco iba a durar la tranquilidad de ese +8 al descanso para una Selección Española que iba a ver cómo Suecia regresaba de los vestuarios mucho más concentrada. Un equipo que encadenaba varios robos consecutivos para sorprender al contraataque en sus mejores minutos del partido hasta ese momento (34-35). Fue la sangre joven de Elena Buenavida desde la línea exterior y la de Awa Fam en la pintura la que le permitió a España el poder salvar la presión sueca en un tercer cuarto en el que el primer aviso nórdico de la tarde iba a terminar marcando el desenlace del partido.
Y es que Suecia comenzaba a verse con posibilidades de intentar sorprender a una España a la que llegaron a igualar en el tramo final gracias a su acierto desde el 4,60 llevando el partido a una prórroga en la que todo comenzaba de nuevo. Y fue en ese periodo extra cuando Miguel Méndez y sus jugadoras mostraron el carácter nacional desde el propio aro con tos tapones consecutivos que supusieron el cerrojazo definitivo al aro y la conquista del tercer triunfo consecutivo.
Una victoria que garantizaba el pase a cuartos de final a la espera de conocer, al término de la jornada, el cruce final con el que comenzará el camino a las medallas.