La Selección Española logra su primera victoria (76-55) en el Eurobasket ante Suecia en un partido sin complicaciones y con mucho mejor acierto en los tiros.
El primer cuarto de España fue redondo, nada que ver con los dolores de cabeza del día anterior de cara al aro. Síntoma de ello fue que en el partido ante Bielorrusia se sucedieron ocho cambios en el primer cuarto, mientras que ante Suecia hubo un cambio por cada jugadora del quinteto inicial. Las taronjas Laura Gil y Cristina Ouviña se mantuvieron en pista hasta el último minuto de este periodo. Los cambios de Lucas Mondelo fueron sustituciones naturales, ya que no se necesitó buscar ajustes ni solucionar problemas que, como se pudo comprobar, afectaron al partido. Al término del cuarto, la Selección mostraba síntomas de reacción por la derrota de tan solo 24 horas antes y una superioridad clara ante un rival con el que las diferencias son notables. 21-9 con Astou Ndour liderando la ficha estadística (9 puntos y 5 rebotes).
El segundo cuarto continuó con la positiva dinámica en todos los aspectos: con Ndour con una confianza bestial propia de una MVP, una circulación de balón y entendimiento propios de esta Selección y una defensa inexpugnable. La selección sueca no consiguió sumar puntos en prácticamente lo cinco primeros minutos (parcial de 9-0), debido, gran parte, por la presencia interior de Gil y la gran defensa de Ndour en los pick&rolls y atrapando rebotes. Si el primer cuarto fue muy bueno, el segundo fue soberbio. Las españolas encajaron un punto menos (8) y endosaron 26, mejorando defensiva y ofensivamente. Al descanso, España dominaba el partido por 47-17, con un 19 de 31 en tiros de campo hasta el momento.
Dos tapones casi continuados de Ouviña y Ndour abrían la segunda parte y todo daba a entender que España mantenía esa mentalidad e intensidad que les caracteriza. Sin embargo, el ataque se atascó para las locales. Ambas selecciones anotaron su primera canasta durante el cuarto minuto del cuarto, una bandeja de Elin Eldebrink y un triple esquinado de Maite Cazorla. De lo poco positivo que se pudo sacar del periodo fue que Raquel Carrera anotó su primer triple en el Eurobasket. Por lo demás, las de Marco Crespi recortaron distancias ganando el cuarto por 11-18, para encarar el último cuarto con un 58-35 total en el luminoso.
La renta obtenida en los primeros compases fue un colchón importante para que no saltaran las alarmas tras el cortocircuito en el penúltimo cuarto. Aún así, Lucas Mondelo decidió pedir un tiempo muerto para cambiar algunos aspectos en los que no se conseguía mantener el nivel. La buena racha de triples por parte del cuadro sueco le volvió a posicionar como ganador del cuarto, pero desde el segundo cuarto las españolas se mantenían a una distancia demasiado grande. Un partido ganado sin complicaciones, en la que la tarea fue mantener la ventaja y con un acierto de cara al aro mucho mejor que en la primera jornada.