El Hércules ha conseguido un punto, con sabor a poco, en su visita al Cartagena tras igualar sin goles en el último partido de la jornada. El conjunto alicantino ha perdido la tercera plaza y ahora solamente tiene que ganar sus dos partidos y depender de algún tropiezo del Betis o el Levante.
Ana Cutillas Cañabete | NOSTRESPORT.COM
El Hércules ha conseguido un punto, con sabor a poco, en su visita al Cartagena tras igualar sin goles en el último partido de la jornada. El conjunto alicantino ha perdido la tercera plaza y ahora solamente tiene que ganar sus dos partidos y depender de algún tropiezo del Betis o el Levante.
Puede que el hecho de que el Levante no ganara en Irún, condicionara en gran medida el choque entre murcianos y alicantinos. Seguro que ambos querrían ganar pero es cierto que las urgencias no lo eran tanto por el tropezón granota. Vencer conducía casi a la gloria, pero la derrota sí que llevaba de modo irremediable al inifierno.
El empate final contentó mas a los de esteban que a los locales, cosas del average, aunque es cierto que ambos pudieron ganar de haber materializado las ocasiones postreras de que dispusieron.
Comenzó el partido sin un control claro aunque con mas balon para un farinos que asumio el mando. Casi sin ocasiones acabo una primera mitad en la que parece que pudo mas el miedo que las ganas.
En la segunda mitad quiso mas el Cartagena y dominó con claridad. Estrelló un balón en el travesaño el equipo de Juan Ignacio Martínez y se fue diluyendo. Tardó demasiado tiempo Esteban en dar entrada a delibasic por un portillo absolutamente desaparecido. Tote perdido en banda no tuvo su tarde y solo al final y con el Cartagena un poco más volcado llegaron las ocasiones mas claras.
Danciu envió alto un balón cuando la afición casi cantaba el tanto. Un minuto mas tarde Quinteros se asustó ante la oportunidad de su vida y perdonó el 1-0. Sin embargo a pesar de las ocasiones que con timidez creaban, ambos equipos firmaron las tablas y finalizaron el partido con el empate a cero.
Decepción en cartagena y alegría contenida en un Hércules que vio el empate como un mal menor. Ahora toca semana de calculadoras y de matemáticas. Es lo que tiene no haber ganado.