Toda la temporada llevo diciendo que la Champions no perdona y, mucho menos, espera. Es cierto que ha habido momentos precipitados, con la mayor parte del campeonato por disputar, pero ahora que el Villarreal encara el último tercio de competición, cada punto vale por dos. El reto del próximo sábado será mayúsculo: superar a todo un Real Madrid en el Estadio de la Cerámica no será nada sencillo y, sobre el papel, sería lógico que el submarino amarillo no lograra los tres puntos. Sin embargo, de conseguirlo, daría un golpe sobre la mesa en su lucha por la Champions.
Sin competición europea en el horizonte, el tropiezo en Vitoria sigue todavía en el recuerdo, y la mejor manera de olvidarlo sería contrarrestar aquella derrota con una victoria ante el actual campeón de LaLiga y la Champions League. Precisamente la ausencia de partidos europeos es un factor que el Villarreal debe aprovechar frente a sus rivales. Por su parte, el Real Madrid llega a Vila-real tras haber realizado un gran esfuerzo el pasado miércoles, donde consiguió la clasificación a octavos de final de la Liga de Campeones en la tanda de penaltis.
El propio Carlo Ancelotti comentó en rueda de prensa que la mejor manera de lograr la victoria será jugar un partido inteligente, sin caer en un ida y vuelta que exponga las carencias físicas del conjunto blanco. El combinado ‘groguet’ intentará imponer un ritmo alto de partido, como afirmó su técnico, pero será cauto para no entrar en un intercambio constante de golpes que genere espacios a la espalda.
Actualmente, el Villarreal ocupa la quinta plaza, que, si todo transcurre con normalidad, otorgaría acceso a la próxima edición de la Champions League. Sin embargo, el objetivo, repetido en numerosas ocasiones, es alcanzar la cuarta posición, que podría tener doble premio si la Real Sociedad no supera las semifinales de la Copa del Rey, ya que ello otorgaría una plaza en la Supercopa de España. Ahora mismo, la diferencia entre el Villarreal y el Athletic Club, cuarto clasificado, es de cinco puntos, con un partido pendiente para los de Marcelino.
Sin embargo, en las últimas jornadas ha surgido una nueva amenaza: el Real Betis. Los verdiblancos atraviesan su mejor momento de la temporada tras encadenar cuatro triunfos consecutivos, lo que les ha permitido recortar la distancia a solo tres puntos. Por ello, la importancia de sumar es vital, tanto para acercarse a la zona alta como para mantener la distancia con los perseguidores. Y es que, aunque suene repetitivo, la Champions no espera.